Luego de abandonar su natal Florencia y tras una breve y exitosa estadía en Londres, el compositor de ópera y música religiosa Luigi Cherubini atravesó el canal en 1785 para establecerse en París por el resto de sus días –salvo por una breve escapada a Normandía motivada por asuntos políticos. Tenía veinticinco años y quizá no imaginaba que músicos de la talla de Beethoven o Brahms iban a ser grandes admiradores suyos por su habilidad para unir un esmerado estilo clásico a una música de gran poder dramático, de todo lo cual su obra maestra, la ópera Medea, es altamente representativa.
Luigi Cherubini (1760 - 1842) |
En 1789, año que marca el comienzo de la Revolución Francesa, Cherubini fue nombrado director de una nueva compañía de ópera fruto del emprendimiento del conde de Provenza, hermano del malogrado Luis XVI y futuro rey de Francia como Luis XVIII. La compañía, como era de esperarse, solo duró tres años luego de lo cual Cherubini optó por refugiarse en Normandía en casa de amigos. Pero regresó a París en 1793 y, mediante un sabio manejo de sus relaciones políticas logró rehacer su carrera, accediendo también a un puesto en el Institut Nationale de Music.
Una misa de difuntos para Luis XVI
El movimiento revolucionario que terminaría forjando un emperador, Napoleón I, se extendió hasta 1814. Dos años después, la nueva monarquía, esta vez constitucional y regida por Luis XVIII, consideró justo hacer un homenaje al único rey francés decapitado. Ahí estuvo Luigi para componer en recuerdo de Luis XVI una tardía misa de difuntos, el Requiem en do menor, para coro mixto y orquesta, cuya sección III, el Dies Irae, se presenta aquí en versión de orquesta y coro italianos.
Director del Conservatorio
En 1822 Cherubini fue nombrado director del Conservatorio de París, resultado de la fusión del Institut Nationale de Music con la Ecole Royale durante los primeros años de la Revolución. Excelente administrador, supo combinar una férrea dirección del estableci-miento con la composición de música sacra y de cámara, hasta su muerte en 1842.
Sus restos están sepultados en el cementerio de Père Lachaise, a pocos metros de la tumba de Chopin. Ahí descansa hoy Cherubini, tranquilo, sosegado, sin hacer aspavientos de su cercanía con el gran músico polaco.
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Es muy conmovedor el requiem de Cherubini. Musicalmente hablando,es más que el de Mozart.
ResponderEliminarGracias
Hola, Lorito: Sin duda que es conmovedor. Los fans de Cherubini no son muchos. Te agradezco haber dejado aquí tu opinión. Gracias.
ResponderEliminarLa Iglesia católica,por ejemplo,prohibe las misas en coro mixto. Por lo tanto.el coro que aparece en este Requiem Cherubini debió modificarlo,transformándolo de voces mixtas a una sola voz:la de hombres. Gracias.
ResponderEliminarHola, Lorito: Sí, y tal como dices, Cherubini tuvo que escribir otro Requiem. Gracias por tu comentario. Saludos.
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