La pensión que Héctor Berlioz recibía de su padre para estudiar medicina en París le fue retirada varias veces. Así ocurrió en cada ocasión en que su progenitor se enteró de que había dejado la medicina de lado para ampliar sus conocimientos de música en el Conservatorio de París. El padre, un médico muy cultivado, solo dio su aprobación a la voluntariosa vocación de su hijo cuando éste estrenó en 1825 una Misa que obtuvo un éxito impresionante de público y crítica. Pero puso una condición: Héctor debía competir por el codiciado Prix de Rome todos los años, hasta que lo ganase.
La musa
Harriet Smithson en el papel de Ofelia |
Pero antes, una inocente visita al teatro para presenciar un drama shakespeareano lo dejará hecho un lío.
Héctor Berlioz caerá rendido a los pies de Harriet Smithson, actriz irlandesa de poca monta que por esas fechas
–septiembre de 1827– personifica un día a Ofelia y otro a Julieta. El compositor y buen romántico, de 24 años, se enamorará primero de los personajes y luego de quien los encarna.
Héctor Berlioz (1803 - 1869) Retrato hecho en Roma, 1832 |
Pero Harriet, tres años mayor, lo rechazó. Las cartas que le envió Bizet no lograron entusiasmarla, y el compositor se vio obligado a capitular. Pero en el dolor del amor no correspondido encontrará la inspiración para una sinfonía que ocupa sus pensamientos desde que conoció a la actriz. Y para que no quepan dudas de su génesis la titulará: "Episodio de la vida de un artista". Sólo en el subtítulo agregará la forma: Sinfonía fantástica en cinco partes. Estrenada el 5 de diciembre de 1830 –el mismo año en que ganó la beca–, fue recibida calurosamente por la afición parisina.
Movimientos
Considerada el primer ejemplo logrado de "música psicológica", sus "cinco partes" (sus movimientos, subtitulados) avanzan en progresión hacia la catarsis del protagonista, que no es otro que el joven Berlioz:
1. Sueños y pasiones
2. Un baile 15:06
3. Escena campestre 21:29
4. Marcha hacia el suplicio 43:16
5. Sueño de una noche de aquelarre 46:33
La versión es de la Orquesta.Filarmónica de Radio Francia.
Epílogo: Berlioz tuvo que cumplir con el compromiso del premio, así que residió en Roma hasta mayo de 1832. A su regreso, la Sinfonía Fantástica cosechó más triunfos, y Harriet se enteró de que la musa era ella. Se casaron en octubre de 1833, pero la unión no fue feliz. La separación se produjo en 1840. Tanto esfuerzo para nada.
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