miércoles, 20 de mayo de 2015

Mozart: Sinfonía N° 41 - "Júpiter"



En reemplazo de Christoph Gluck, compositor de la corte muerto el año anterior, Wolfgang Amadeus Mozart pudo por fin acceder en 1788 a lo que con tanto afán habían anhelado él y su padre durante años: un empleo permanente en la corte imperial de Viena. Pero el salario no era gran cosa, aunque alcanzaba para pagar la renta y, lo más importante, se trataba de un ingreso regular. Mozart ya tenía 32 años, y debía mantener una casa, esposa e hijos. A fin de aliviar en algo la situación, la familia decidió buscar una residencia ojalá más barata, mudándose a los suburbios de Viena.

Tres sinfonías en ocho semanas
En el nuevo hogar, y en el increíble lapso de ocho semanas, Mozart escribió una tras otra sus tres últimas sinfonías, la No 39 en Mi bemol, la No 40 en Sol menor y, tal vez su mayor creación en el género, la Sinfonía No 41 en Do mayor, también llamada "Júpiter". Si algo gatilló la creación de este tríptico, no lo sabemos. Mozart compuso sus sinfonías a intervalos muy irregulares y es muy probable que la dedicación poco usual puesta en estas últimas tres, se haya debido, por un lado, a que disponía con algo más de tiempo pues por esas fechas casi no tenía alumnos, y por otro, a que sus presentaciones en conciertos a beneficio propio ya no concitaban el entusiasmo popular de hacía algunos años. Para mayor desencanto, es muy posible que Mozart jamás las haya escuchado.

"Júpiter", el apodo
Desde hacía un par de años Mozart llevaba un registro de la fecha de inicio y término de sus obras, por ello sabemos con precisión que La Sinfonía N° 41 fue completada el 10 de agosto de 1788. Su apodo de Sinfonía Júpiter es algo más impreciso pero probablemente se deba al violinista y empresario de la música Johann P. Salomon (quien años atrás había llevado a Haydn de gira a Londres) para graficar con el nombre de la máxima divinidad de la mitología romana la majestuosidad de la obra.

Movimientos
Considerada un paradigma de la forma sinfónica clásica, la obra consta de cuatro movimientos, en tempo rápido el primero y el último, el segundo más lento, y el tercero, el habitual minueto con trio.
00       Allegro vivace  De impresionante pompa, logra crear una atmósfera ceremonial.
13:28  Andante cantabile  Movimiento sereno, holgado, en forma sonata. Una sarabanda al estilo de las suites francesas de JS Bach.
23:43  Menuetto (allegretto)  Un refinado estudio de contrastes, preparando el ambiente para el finale.
29:22  Molto allegro  Pródigo en técnicas contrapuntísticas, incluyendo fugato (una fuga inserta en medio de otra forma), stretto (entradas traslapadas) y canon. La coda incluye un tratamiento fugado de los cinco temas principales, que se escuchan simultáneamente.

La versión es de la Sinfónica de Galicia, dirigida por el maestro Lorin Maazel.

 

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7 comentarios :

  1. Harnoncourt hace que Mozart suene "distinto".

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  2. Asi es Martin. Gracias por tu comentario.

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  3. Siempre es grato escuchar a Mozart y más aun, si la orquesta la dirige Nicolaus Harnoncourt

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  4. No hay otra opinión, al parecer. Harnoncourt y Mozart hacen buena pareja. Muchas gracias por dejar aquí tu comentario, Pedro. Un saludo.

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  5. Aquí me trajo Mozart y seguir e pues tengo que felicitarte por el blog

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    1. Hola, Unknown: Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.

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  6. Hubo que cambiar el video, por problemas de permisos. Maazel reeplazó al extraordinario Harnoncourt.

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