lunes, 23 de enero de 2017

Foto inédita de Frédéric Chopin


Hace pocos días el Instituto Polaco de París informó al mundo entero del descubrimiento de una foto inédita de Chopin. La información la recogió el diario El País de España en su edición del 18 de enero de este año. Según ahí se señala, la fotografía fue descubierta en casa de un amigo de un gran conocedor de la figura del compositor polaco, el físico suizo, M. Alain Kohler. Junto a otro estudioso y músico, de Radio France Internationale, Kohler llevó a cabo una investigación que dio como resultado que se trataría de una reproducción fotográfica de un daguerrotipo del virtuoso polaco, desconocido hasta ahora.


Comparado el hallazgo con los demás retratos del compositor —fotografías, pinturas, dibujos, esculturas—, no hay lugar para la duda: el físico, la expresión, las proporciones y hasta la ropa indican que se trata de Chopin. Sería el tercer retrato que se conoce del compositor. El primero, poco conocido, es de calidad mediocre (de ahí su impertinencia). El segundo es el universalmente reconocido, realizado en el estudio de Louis-Auguste Bisson, en París, alrededor de 1847, y que traemos a colación aquí, a fin de apoyar la idea.


El retrato recién descubierto es también del estudio de Bisson, y casualmente (quizá no tanto) también del año 1847. Es el año de la ruptura de Chopin con George Sand. Una ruptura sin dramatismos, cargada de prosaicos incidentes "de familia" que terminan por aplacar el entusiasmo de la mutua compañía (la "amistad exclusiva", en palabras de la Sand) que por nueve años alimentó a ambos. 

La producción del año 1847
Es una época en que Chopin compone poco, y cada vez menos. El año 1847 solo registra la obra póstuma 17 Cantos polacos, tres mazurkas, y los tres valses del Opus 64: el celebérrimo "vals del minuto", op 64-1; el elegante op 64-2; y el que cierra la serie, el No 3, dedicado a la condesa de Bronika, una de las "deliciosas marquesas", o "magníficas condesas", alumnas de Chopin sobre las que la Sand ironizaba, sin malicia, así llamándolas.
Con este sencillo vals, al que nada impide imaginar como trabajado el mismo día que Chopin se tomó la foto, saludamos desde esta página el portentoso hallazgo.

La versión es del pianista canadiense Charles Richard-Hamelin.



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4 comentarios :

  1. También me sorprendí con este descubrimiento, una más a las tan pocas imagenes suyas que existen, pero quizás lo que más me gustaría saber era cómo interpretaba su música. Es una lástima que eso sea imposible.

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  2. Hola, Anónimo: Bueno, algo se sabe. Por ejemplo, que no gustaba de tocar ante grandes audiencias (en su vida solo dio trece conciertos públicos), y en los círculos íntimos llamaba la atención su toque delicado, a veces casi inaudible según críticos de revistas musicales. Hay también comentarios de quienes lo escucharon pero que están repletos de lenguaje romántico y poético que poco ayudan, aunque coinciden en su toque suave, sin urgencias y sobrios incluso en las piezas o pasajes bravíos. Saludísimos y muchas gracias por tu comentario. Me motivó a explayarme. Gracias.

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  3. A propósito de la enfermedad de Chopin, siempre se dijo que había muerto de tuberculosis pero según las modernas investigaciones el genio del piano habría sufrido de fibrosis quística, una extraña enfermedad provocada por una mutación en un gen, enfermedad que aún hoy es incurable, mucho más en el siglo XIX.

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  4. Hola, Daniel: Dicen que la cosa va más o menos así: Chopin sufría de una larga y grave enfermedad que en la época no logró ser identificada plenamente. La más típica de estas enfermedades con estas características era la tuberculosis. Ergo, la historia consignó que Ch era tuberculoso... Saludos y gracias por el comentario.

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