martes, 9 de noviembre de 2021

Joseph Boulogne, "el Mozart negro" – Conciertos para violín


En el año 1776, el virtuoso violinista y compositor de ascendencia africana, Joseph Boulogne, también llamado Saint-Georges, estaba a punto de ser nombrado director de la Ópera de París. No por nada había sido el creador de la primera orquesta profesional de la ciudad desde los tiempos de Lully. Por añadidura, María Antonieta, gran admiradora, era presencia obligada en los conciertos que Boulogne ofrecía en el Palais de Soubise, en el papel de solista y director de sus propios conciertos. El nombramiento era inminente, pero un pequeño grupo de primeras damas de la ópera hicieron una petición a Su Majestad asegurándole que "su honor y refinada conciencia jamás les permitirían someterse a las órdenes de un mulato". En consideración a la reina, Boulogne retiró su postulación.

El artista nació en la isla de Guadalupe, colonia francesa, en 1745. Su padre fue un rico hacendado francés, casado. La familia tenía esclavos, y esclavas, desde luego. Su madre, de nombre Anne pero dite Nanon, fue una de ellas.

París
A los diez años, la familia se lo llevó consigo a París, donde su vida experimentó un giro espectacular. En París aprendió a montar a caballo, a bailar, a nadar, a patinar y... a practicar la esgrima, habilidad en la que destacó muy pronto, llegando a convertirse en uno de los más grandes espadachines de la Europa de su tiempo. También recibió instrucción militar pero no tomó la carrera de las armas sino, muy por el contrario, a poco de cumplir veinte años comenzó a recibir lecciones privadas de violín y composición. Primero fue un brillante alumno. Poco después su virtuosismo con el instrumento hacía palidecer sus mejores desempeños con el florete.

Joseph Boulogne
Chevalier de Saint-Georges
(1745 - 1799)
La Revolución
Su carrera fue meteórica. Ya en 1773 Boulogne era un muy respetado músico. Por eso, Maria Antonieta lo quiso tener bajo su alero en 1776. Pero vendría la Revolución y ya nada volvería a ser lo mismo. A esa altura, Boulogne era noble, y se lo conocía mejor como Chevalier de Saint-Georges. Sin embargo, en 1791 se unió a la nueva República, abandonó la música por completo y llegó a ser capitán de la Guardia Nacional en Lille. Pero tuvo que sufrir aquello de que las revoluciones devoran a sus hijos. Fue llevado a prisión, aunque por acusaciones infundadas, por lo que muy pronto fue liberado de todo cargo.

Luego de su liberación se entusiasmó con la rebelión de esclavos en Sto. Domingo, y hacia allá se embarcó. Retornó a París en 1797 para reanudar su carrera. Y pese a que ya no había reinas protectoras de músicos, logró crear una nueva agrupación sinfónica que dirigió hasta su muerte, en la más absoluta pobreza, en junio de 1799.

La Obra
Saint-Georges fue capaz de utilizar excelentes líneas melódicas, una tras otra, en una misma obra. Sus ideas temáticas parecen interminables, empleando a veces tantos pasajes hermosos seguidos que casi parece un desperdicio. No obstante, su caudal creativo nunca se agotó. Se le recuerda sobre todo por sus cuartetos de cuerdas y conciertos para violín. Sus seis óperas fueron también muy populares, aunque hoy día no se representan. Su estilo musical se adaptaba naturalmente a la música operística y teatral, y se cree que algunas otras obras operísticas se han perdido.

Concierto para violín y orquesta en La mayor, Op 7 No 1
Catorce conciertos para violín y orquesta escribió el compositor. Uno de los más abordados por los intérpretes es el Concierto en La mayor, compuesto alrededor de 1777. Su estructura es la típica, en secuencia rápido-lento-rápido, con duración aproximada de dieciocho minutos.

Movimientos:

00:00  Allegro moderato

05:57  Adagio (con expressione)

11:00   Allegro moderato

La versión es de la intérprete Maya Iwabuchi acompañada por la Royal Scottish National Orchestra, dirigida por Thomas Søndergård.

8 comentarios :

  1. Como siempre Preciosa música e interesantísima historia. Gracias.

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    1. Hola: Gracias a ti por tu elogioso comentario. Saludos.

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  2. Qué pena que a Boulogne no se le juzgara por su talento, sino por su color de piel. El mundo de la música clásica es muy eurocentrista.

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    1. Hola, Miriam: Así fue en parte. Una lástima, de todos modos. Saludos y gracias x el comentario.

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  3. Bienvenida tu interesante y casi imposible historia en tu publicación Dago.

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    1. Hoola: Siguiendo tus consejos y atendiendo a tus requerimientos. Saludos y gracias por el comentario.

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