lunes, 18 de octubre de 2021

Wieniawski: Polonesa Brillante


Es muy probable que Henryk Wieniawski sea hasta hoy el único alumno que logró ganar un primer premio en el concurso anual del Conservatorio de París, en momentos en que debido a las exigencias de ingreso, no tenía cómo ser su alumno.

A los 8 años, acompañado de su madre, el pequeño Henryk llegó a París para continuar estudios formales en el ilustre conservatorio. Los requisitos de ingreso, sin embargo, ponían las cosas muy difíciles. La edad mínima para ingresar eran 12 años. Y para peor, solo estaba permitido el ingreso a connacionales franceses. Pero el apoyo de profesores y brillantes personalidades polacas (en el exilio) dio un vuelco a la situación, y en noviembre de 1843 Henryk fue admitido mediante decreto de excepción. Tres años más tarde, ganaba el primer premio anual. Tenía once años. Era todavía inelegible para comenzar estudios.

Henryk Wieniawski (1835 - 1880)
Fueron los inicios formales de quien iba a ser uno de los virtuosos del violín más destacados de la segunda mitad del siglo XIX, comparable a Niccolo Paganini, de quien se decía ser su encarnación. Nacido en Lublin, Polonia, en 1835 en el seno de una familia de médicos y mecenas de las artes, a poco de graduarse inició giras por gran parte de Europa, en compañía de su madre (al igual que Mozart en su viaje de veinteañero a Paris). En San Petersburgo encontró el edén, convirtiéndose en la niña mimada de los salones de la aristocracia. Allí se quedó 12 años, periodo en que logró sentar los cimientos de la escuela violinística rusa.

Polonesa Brillante (Polonaise de Concert) Op. 4
Es la primera de las dos polonesas compuestas por el violinista polaco. Tiene dos versiones: para violín y piano, y para violín y orquesta. Sus primeros esbozos datan de 1848, cuando el autor tenía trece años. Está dedicada al virtuoso violinista polaco Karol Lipiński. En 1858 fue reeditada en París, y rebautizada como Polonesa Brillante.

Con duración aproximada de poco más de cinco minutos, en versión de la violinista surcoreana Bomsori Kim escuchamos una joya del repertorio para violín, muy popular por su belleza y virtuosismo técnico. Al piano, la artista polaca Hanna Holeksa.

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