Aparte de que en algún momento se casó, poco es lo que se sabe de la vida del compositor barroco nacido en Venecia, Tomaso Albinoni, hoy famosísimo a raíz de una obra que no le pertenece. Autor de música de cámara y de una cincuentena de óperas, representadas con éxito durante su larga existencia, era hijo de un rico comerciante en papel, fabricante y distribuidor. A su nacimiento en cuna de oro se debe tal vez que, a diferencia de otros músicos de su tiempo, no tuviera necesidad alguna de acudir a una iglesia o corte palaciega para ofrecer sus servicios como maestro de capilla o músico de corte.
Tanto es así que, hasta antes de la publicación de sus sonatas para violín Op. 6 (c. 1712), Tomaso firmó sus obras con el título de diletantte, es decir, aquél que realiza una actividad por el simple placer (diletto) de hacerlo. Pero a partir de esta publicación, Tomaso comenzó a firmar como "musico di violino", debido posiblemente a lo que hoy entenderíamos como su "profesionalización", sin contar con que el conjunto de estas sonatas fueron publicadas bajo el título colectivo de Trattenimenti armonici per camera, que suponemos no soportaría a un "diletante" como autor, aun en aquella época ni en el sentido expuesto.
Tomaso Albinoni (1671 - 1751) |
Se sostiene que el relativamente escaso conocimiento actual de su obra y vida es consecuencia del bombardeo de Dresde durante la II Guerra Mundial, pues parte importante de su producción así como datos biográficos se encontraban documentados en archivos de la Biblioteca Estatal de esa ciudad, de la cual no quedó ni la muestra después de los bombardeos, ni qué decir de la ciudad entera.
Giazotto entra en escena
Pero de esta circunstancia ominosa, el musicólogo italiano Remo Giazotto en conjunto con la casa editorial Ricordi, sacaron partido, en 1958. Giazotto aseguró haber recibido unos fragmentos rescatados de entre las ruinas de la Biblioteca, que pertenecerían al movimiento lento de una sonata a trio de Tomaso Albinoni. Sobre la base de escasos compases, Giazotto compuso la obra que hoy conocemos y que Ricordi lanzó al mercado como "Adagio de Albinoni, arreglado por Remo Giazotto". El complemento del sujeto estaba en letra chica. Hasta el día de hoy nadie ha visto los fragmentos rescatados de entre las ruinas. Es más, la Biblioteca de Dresde asegura no tenerlos en su catálogo.
Pero la pieza es bellísima (desde aquí te saludamos, Remo) y se ganó su fama desde el primer momento. Ampliamente empleada en la cultura popular como fondo musical en películas, publicidad y programas televisivos, cuenta también con versiones cantadas de Camilo Sesto y Sarah Brightman, entre otros.
La versión que presentamos es de la orquesta Franz Liszt Chamber Orchestra, grabada en una basílica de una localidad húngara.
Amigo visitante:
Si te gustó el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, con un cómodo clic
Me encanta cuando coincidimos en las piezas que elegimos. No son muchas, pero a veces ocurre ;)
ResponderEliminarhttp://enclavedesil.blogspot.com.es/2013/01/donde-escuche-yo-esto-11.html
Hola, Sil. Es bonito coincidir... aunque no mucho. Así no cansamos al público. Saludos.
ResponderEliminarMe encanta esta pieza pero no sé si será falla del PC pero no la sentí tan mágica como antes, será el embrutecimeitno propio de la edad y los achaques tal vez. Graciss anyway primito. CPía
ResponderEliminarHola, CPia. No es el embrutecimiento. Es la versión, algo floja diría yo. Las hay mucho mejores, pero solo con el audio, más unas florcitas. Y la gracia está en ver cómo se "produce", digo yo.
ResponderEliminar¡Hola Dago!
ResponderEliminarAunque coincidamos, lo enfocamos distinto. Eso también es bonito ;)
¡Saludos!
¡Hola Dago!
ResponderEliminarAunque coincidamos, lo enfocamos distinto. Eso también es bonito ;)
¡Saludos!
Este adagio es mi preferido, cuando lo escucho, siento y veo mis dedos manchados de celeste por haber alcanzado el cielo,soy tomo y obligo, exijo a mis hijas y nietas que lo escuchen lo tengo en mi Facebook, belleza total
ResponderEliminarHola, Anónimo. Pero qué entusiasmo!! Felicitaciones! Y gracias por dejarlo aquí anotado para que otros se entusiasmen. Saludos
ResponderEliminarBreve, bueno, conciso y claro. Buen texto sobre gran composición muy curiosa por su origen e historia.
ResponderEliminarHola, Alejandro. Muchas gracias por tus palabras. Saludos.
ResponderEliminarEspectacular. La Música clásica nos sube al cielo. Que rico estar allí con Beethoven, Mozart, Vivaldi y demás músicos de esta talla.
ResponderEliminarExcelente artículo. Si bien es un misterio la vida de Albinoni es cierto que el famoso Adagio ha deleitado los oídos de muchos. Saludos.
ResponderEliminarHola, Oleosymusica: Así es, como lo dices. Y muchas gracias a ti por tus palabras. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por cooperar a la "belleza de escuchar" que yo mas bien llamaría el "placer de escuchar". La información sobre Albinoni y lo poco que se sabe de él la encontré interesante.
ResponderEliminarHola, Hernán: Sí. Así podría haberse llamado. Muchas gracias, Hernán, por tus gentiles palabras. Saludos.
ResponderEliminarhermosa música.. gracias.
ResponderEliminarHola, Darío: Gracias por tu comentario. Saludos.
ResponderEliminarEs una de las piezas musicales que tengo pedido en mi ùltimo dìa de mi vida.aunque, no se si,entonces,sonarà en mi alma y oidos.No es dramatica mi presente declaraciòn simplemente querìa que se supiera el grado de emociòn que siento al escucharla.-Gracias muchas.-
ResponderEliminarHola, Anónimo: Ojalá que así sea, que puedas escucharla en el último minuto. Pero ojalá también que antes de eso pases muchos buenos momentos disfrutándola. Muchas gracias, Anónimo, por tu comentario. Saludos.
ResponderEliminarDesde el primer momento que la escuche senti una emocion muy grande,dije esta es mi MUSICA, recuerdo haber llorado mucho, me llego al alma. Muchisimas gracias por deleitar y compartir.
ResponderEliminarHola, Anónimo: Muchas gracias a ti por tu comentario. Saludos.
ResponderEliminarGracias, signo de una belleza, abstracta y perfecta, si fué Albinoni o Giazotto, o los dos, refleja elementos del alma en su mejor expresión...
ResponderEliminarHola, Carlos: Toda la razón. No importa si fue Albinoni o Giazotto. Qué más da. Solo interesa lo bello.
Eliminar