También es el caso del hermosísimo vals Voces de Primavera (Frühlingsstimmen, su título en alemán), compuesto en 1882, quince años después del Danubio, escrito especialmente para una soprano alemana, encargada de interpretarlo en un concierto benéfico celebrado en el Theater an der Wien, en favor de la «Fundación para los indigentes austrohúngaros de Leipzig, del Emperador Francisco José y la Emperatriz Isabel», muy solidarios ellos.
Se me escapa el nombre de la soprano alemana. Por ello, me encanta pensar que, de vivir Strauss en nuestros días, quizá lo hubiese escrito para la brillante y hermosa soprano eslovaca Patricia Janečková, lamentablemente fallecida hace un par de meses a los 25 años. Y a quien queremos recordar hoy.
Desarrolló su carrera profesional principalmente en escenarios de Europa Central, donde cosechó variados premios y aplausos interminables en cada presentación. En 2015, debutó en la ópera eslovaca como Barbarina en Las bodas de Fígaro, y Pamina en La Flauta Mágica. Desde entonces actuó como solista de la mano de diversas orquestas sinfónicas y de cámara checas y eslovacas.
En 2017 dio el salto al conjunto Collegium Marianum (cantando Acis y Galatea de Händel) y a la Orquesta Sinfónica de Praga. Después se encargó de realizar los conciertos de la gala de año nuevo en Pozan en 2018 y 2019.
Una de sus presentaciones más solicitadas por las audiencias, por su derroche de encanto y simpatía, fue su interpretación del aria de la muñeca, "Les oiseaux dans la charmille", de Los Cuentos de Hoffmann, de Offenbach.
El infortunio
Pero en 2022, todo se vino abajo.
El 9 de febrero de ese año anunció en su cuenta Instagram que había sido diagnosticada con cáncer de mama y que por ello interrumpiría su carrera por tiempo indefinido. Sin embargo, reapareció el 15 de diciembre, interpretando el papel de Esmeralda en la ópera bufa La Novia Vendida, del autor checo Bedřich Smetana.
Pero la enfermedad no había cejado.
La infortunada soprano falleció el 1 de octubre de 2023, a los 25 años.
Inicia con una gran entrada en la tonalidad de Si bemol mayor con acordes sonoros precedidos por los tres tiempos del compás, dando paso a la melodía suave y arremolinada del primer vals. La segunda sección, en Mi bemol mayor, invoca las alegrías de la primavera con la flauta imitando el canto de los pájaros y una escena pastoral. La tercera sección, quejumbrosa y dramática, quizá sugiera lluvias primaverales. La cuarta sección rompe con el estado de ánimo pensativo con otra alegre melodía en La bemol mayor. La familiar melodía del primer vals hace su gran reentrada, con la Coda, en una imitación burlona a cargo de vientos y cuerdas, antes de su final sin aliento, vibrantes acordes y el habitual redoble de timbales y la cálida floritura de los metales.
Patricia Janečková en el Concierto de Fin de Año al Estilo Vienés, en Ostrava, 2016, acompañada de la Janacek Philarmonie Ostrava, dirigida por Mathias Förster.