domingo, 28 de enero de 2024

Johann Strauss II, "Voces de Primavera", en la voz de Patricia Janečková

Homenaje a una joven soprano

Estamos acostumbrados hoy a escuchar los valses vieneses en versión orquestal. Pero, en su origen, al menos aquellos que compuso Johann Strauss hijo, fueron concebidos para voz solista con acompañamiento de coro y orquesta. Entre ellos, por supuesto, el celebre Danubio Azul.
También es el caso del hermosísimo vals Voces de Primavera (Frühlingsstimmen, su título en alemán), compuesto en 1882, quince años después del Danubio, escrito especialmente para una soprano alemana, encargada de interpretarlo en un concierto benéfico celebrado en el Theater an der Wien, en favor de la «Fundación para los indigentes austrohúngaros de Leipzig, del Emperador Francisco José y la Emperatriz Isabel», muy solidarios ellos. 

Se me escapa el nombre de la soprano alemana. Por ello, me encanta pensar que, de vivir Strauss en nuestros días, quizá lo hubiese escrito para la brillante y hermosa soprano eslovaca Patricia Janečková, lamentablemente fallecida hace un par de meses a los 25 años. Y a quien queremos recordar hoy.

Patricia Janečková nació en 1998 en Münchberg, Alemania, de padres eslovacos. Poco después, la familia se mudó a Ostrava, en la República Checa. Desde muy pequeña se inició en el canto, haciendo su primera aparición en público a los once años en el escenario del Teatro Antonín Dvořák de Ostrava, acompañada de la Orquesta Filarmónica Janáček de Ostrava. Con 16 años se convirtió en la ganadora del Concorso Internazionale Musica Sacra de Roma que le permitió recibir una beca para estudiar en la Academia Europea de la Música, en Arezzo.

Desarrolló su carrera profesional principalmente en escenarios de Europa Central, donde cosechó variados premios y aplausos interminables en cada presentaciónEn 2015, debutó en la ópera eslovaca como Barbarina en Las bodas de Fígaro, y Pamina en La Flauta Mágica. Desde entonces actuó como solista de la mano de diversas orquestas sinfónicas y de cámara checas y eslovacas. 
En 2017 dio el salto al conjunto Collegium Marianum (cantando Acis y Galatea de Händel) y a la Orquesta Sinfónica de Praga. Después se encargó de realizar los conciertos de la gala de año nuevo en Pozan en 2018 y 2019.
Una de sus presentaciones más solicitadas por las audiencias, por su derroche de encanto y simpatía, fue su interpretación del aria de la muñeca, "Les oiseaux dans la charmille", de Los Cuentos de Hoffmann, de Offenbach.


El infortunio
Pero en 2022, todo se vino abajo.
El 9 de febrero de ese año anunció en su cuenta Instagram que había sido diagnosticada con cáncer de mama y que por ello interrumpiría su carrera por tiempo indefinido.​ Sin embargo, reapareció el 15 de diciembre, interpretando el papel de Esmeralda en la ópera bufa La Novia Vendida, del autor checo Bedřich Smetana.
Pero la enfermedad no había cejado.
La infortunada soprano falleció el 1 de octubre de 2023, a los 25 años.

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El Vals
Inicia con una gran entrada en la tonalidad de Si bemol mayor con acordes sonoros precedidos por los tres tiempos del compás, dando paso a la melodía suave y arremolinada del primer vals. La segunda sección, en Mi bemol mayor, invoca las alegrías de la primavera con la flauta imitando el canto de los pájaros y una escena pastoral. La tercera sección, quejumbrosa y dramática, quizá sugiera lluvias primaverales. La cuarta sección rompe con el estado de ánimo pensativo con otra alegre melodía en La bemol mayor. La familiar melodía del primer vals hace su gran reentrada, con la Coda, en una imitación burlona a cargo de vientos y cuerdas, antes de su final sin aliento, vibrantes acordes y el habitual redoble de timbales y la cálida floritura de los metales. 

Patricia Janečková en el Concierto de Fin de Año al Estilo Vienés, en Ostrava, 2016, acompañada de la Janacek Philarmonie Ostrava, dirigida por Mathias Förster.

lunes, 8 de enero de 2024

Chopin, Piano Concierto No 2 - Yuja Wang

Chopin, un enamorado tímido

En octubre de 1829, un año antes de abandonar Varsovia camino a Viena por segunda vez, Frédéric Chopin escribió a su entrañable amigo Tytus una larga carta. En parte de ella, se lee:
"Puede que para mi desdicha haya encontrado mi ideal, a quien sirvo fielmente desde hace seis meses, sin hablarle de mis sentimientos. Sueño con ella, y bajo su inspiración ha nacido el adagio de mi Concierto en fa menor..."
El ideal a que Frédéric hace referencia respondía al bello nombre de Constanza Gladkowska, una agraciada chiquilina que deseaba convertirse en soprano, y que, tal como Frédéric, restaba horas al descanso para cumplir con las altas exigencias del Conservatorio de Varsovia. 

                   

En innumerables ocasiones se toparon en los pasillos y cruzaron miradas con interés de adolescentes, pero el joven Chopin, a punto de terminar sus estudios, o no tenía tiempo, o no andaba de ánimo, o simplemente no se atrevía a abordarla. Aunque los pretextos para hacerlo no faltaban, pues debían asistir juntos a algunas clases y en más de una oportunidad, Frédérick tocó ante su presencia o, incluso, debió acompañarla al piano. Pero, hasta donde sabemos, la ocasión de una conversación a solas no llegó jamás a producirse.

Sin embargo, más de algunas palabras habrán debido cruzar, pues de otro modo no se explica que Constanza, poco antes de que Chopin abandone Varsovia, haya anotado en el álbum de despedida de Frédéric, un par de versos, de los que transcribimos aquí la última estrofa.
"Para que la corona de laurel no se marchite nunca, 
dejas a tus amigos queridos, a tu familia amada.
¡Los extraños podrán apreciarte mejor, recompensarte, 
pero desde luego no podrán quererte más que nosotros!"

Piano Concierto en Fa menor
Lleva el número dos pero fue el primero que compuso, a los 19 años. (Pocos meses después verá la luz el segundo, en mi menor, y que lleva el N° 1.)
De estructura clásica en tres movimientos, su estreno se realizó el 17 de marzo de 1830. Chopin alquiló para ello el Teatro Nacional de Varsovia y tres días antes del estreno sintió cómo lo inundaba la alegría al enterarse de que todas las localidades estaban vendidas.

La acogida fue calurosa, de público y de crítica, a tal punto que cinco días más tarde se vio obligado a ofrecer un segundo concierto, con la sala abarrotada nuevamente. 

Movimientos:
00:00  Maestoso
15:16  Larghetto
24:06  Allegro vivace

Michael Tilson Thomas conduce la Sinfónica de San Francisco en Tokio, 2016. Al piano, la brillante artista Yuja Wang.