lunes, 15 de mayo de 2023

El "trio", en música, breve historia. Beethoven, Trio Op 11


Comencemos por señalar que el término "trio", hoy en uso para una composición musical para tres instrumentos (incluida la voz humana), se usó en sus orígenes para designar la sección media de un movimiento en forma ternaria, es decir, la sección "b" de una forma "a-b-a", como puede serlo un minueto o un scherzo. Y la palabra escogida no podía ser otra, puesto que muchas de tales secciones se escribían para tres instrumentos. Posteriormente, se agregó a ellos el bajo continuo, cuya labor era doblar la parte del bajo y contribuir al soporte armónico. Nació así la llamada sonata a trio de la era barroca. 


Pero será en el Periodo Clásico cuando el trio llegue a constituirse en propiedad como un género de la música de cámara. El más usual será el trio de cuerdas, formado por violín, viola y cello. De ellos hay notables ejemplos debidos a Mozart y Beethoven (los tríos de cuerda de Haydn son para dos violines y cello).
Más tarde, cuando el piano invadió los salones de las clases medias, surgió el trio para piano, violín y cello, cuya más variada textura atrajo la atención de los compositores: Haydn escribió cerca de cuarenta; Beethoven disminuyó el tranco y solo publicó alrededor de once.
Entre los compositores románticos, asoman Schubert y Brahms como los más prolíficos; también Dvorak, algo más tarde. 

Beethoven: trio para clarinete, cello, y piano, Op 11
Desde luego, también existen trios para otras combinaciones de instrumentos, aunque con el piano como eje. Sobresale entre ellos, aquel para clarinete, cello y piano en Si bemol mayor del maestro de Bonn, compuesto en 1797 y publicado en Viena al año siguiente. Responde a sus primeros trabajos en música de cámara, reemplazando el violín por un instrumento de viento madera, en este caso, un clarinete, popular y novedoso instrumento por esos años. Está dedicado a la Condesa Maria Wilhelmine von Thun, una de sus mecenas. 

La pieza es también conocida por su apodo, Gassenhauer Trio, debido a su tercer movimiento, nueve variaciones sobre un tema de una popular ópera bufa de aquel tiempo. La palabra, en alemán de la época, aludía a una melodía popular y pegajosa, ideal para silbar en las calles, u hoy, en la ducha,

Secciones:
00:00  Allegro con brio
09:53  Adagio
14:56  Tema con variazioni

La versión es del  Camerata Pacifica, grupo de cámara asentado en Santa Barbara, e integrado por los músicos José Franch-Ballester, clarinete, Ani Aznavoorian, cello, y Warren Jones al piano.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Beethoven, "Grande Sonate", No 4, Op 7


Si alguno de nosotros hubiera sido parte de la servidumbre del Palacio Keglevich, en la Bratislava de fines de 1796 (entonces llamada Presburgo), habríamos podido ver una mañana cualquiera a un joven regordete, de baja estatura pero frondosa cabellera, avanzar orondo por los pasillos ataviado de pantuflas, bata y un gorro de dormir con visera. Se dirigía presto al salón de música donde, junto al piano, le esperaba la contessina Anna Louise Barbara von Keglevich, doncella de tiernos dieciséis años, cuya tutoría musical había sido encargada por su padre al joven regordete de 26 años, Ludwig van Beethoven.  

Hasta allá había llegado el maestro el 26 de noviembre de 1796, invitado por la generosa familia Keglevich a pasar un tiempo con ellos. Como de costumbre, ofreció allí los habituales recitales privados y, como era de esperarse también, dio clases a la contessina, familiarmente llamada Babette, a quien Beethoven ya conocía, pues la había tenido de alumna en Viena, hasta donde los nobles se trasladaban en invierno pues el verano lo disfrutaban en sus palacetes de las afueras.

"Babette" von Keglevich
(1778 - 1813)
Las dedicatorias
Se dice que la contessina fue uno de los amores fallidos del maestro. Quizá. Lo que nadie discute es el talento musical del que la doncella hacía gala, y es lo que explica las varias piezas que el maestro dedicó a Babette durante su corta vida –35 años– comenzando por el Concierto No 1, ni más ni menos.

Durante la estadía en Bratislava, el joven maestro comenzó y culminó la Sonata No 4 en Mi bemol mayor, una de las más extensas de su producción sonatística. Publicada en 1797 con el subtítulo de Grande Sonata, fue dedicada, como se habrá adivinado, a la contessina... ¿hubo entre ambos algo parecido a un encantamiento mutuo? ¿o le fue dedicada por simple cortesía? No lo sabemos. Tal vez, todo fue más sencillo: el padre de Babette comisionó a Beethoven una sonata... para ser ofrendada a su hija. Usanzas de aquellos años.

Sonata No 4 en Mi bemol mayor, Op 7, "Grande Sonata"
Como ya se dijo, después de la célebre Hammerklavier, es la sonata más extensa escrita por el maestro, con duración aproximada de treinta minutos. Según algunos estudiosos, con esta sonata Beethoven mostró tempranamente al mundo musical de la época –lleva el número 4, de 32– que su genio iba mucho más allá de una cándida imitación de Haydn o Mozart. En la misma vena, Karl Czerny sugirió que debió haber sido ésta la sonata que llevara el apodo de Appassionata y no la que conocemos hoy, que verá la luz ocho años más tarde.
Cuatro son sus movimientos.

Movimientos:
00:00
  Allegro molto e con brio
08:30  Largo, con gran espressione
18:12  Allegro - Trio
23:17  Rondo. Poco allegretto e grazioso.

La versión es del maestro argentino-israelí Daniel Barenboim.