domingo, 30 de octubre de 2022

Chopin: El último Nocturno


El año 1846 fue el último que Chopin disfrutó de un plácido verano en Nohant, la casa de descanso de su amiga, o compañera, Amantine Aurore Lucile Dupin, baronesa de Dudevant, la prolífica escritora que firmaba sus escritos con el seudónimo de George Sand. La relación había comenzado a deteriorarse, casi inadvertidamente, después de nueve años de sana amistad. Y decimos sana, sí, porque poco después, la autora escribirá a un amigo de ambos:

"hace siete años que vivo como una virgen, con él y con los otros. He envejecido antes de tiempo...".

George Sand tenía por ese entonces 32 años. Chopin, 26. Se habían conocido en París en mayo de 1836, cuando el autor llevaba ya cinco años en la Ciudad Luz, convertido en aclamado músico y profesor de damas nobles. El encuentro se produjo en el Hôtel de France, en una soirée convocada por Franz Liszt y su compañera, Marie d'Agoult (también seis años mayor que Franz, digamos de paso). Pero su primer vis-a-vis no prometió nada. Al contrario. Se cuenta que la Sand le murnuró a una amiga: "...ese señor Chopin ¿es una niña?". Por su parte, y siempre de acuerdo a la leyenda, Chopin habría murmurado a su vez: "...¡qué antipática es esa Sand! ¿Es una mujer?... lo dudo."

George Sand (1804 - 1876),
pintura de Delacroix
Nohant, el refugio
Sin embargo, estuvieron nueve años juntos. Nohant es el lugar donde la Sand escribe, vertiginosa y pródigamente; y Chopin compone, en los veranos, pues en Paris solo da clases y corrige las piezas surgidas en la placidez de la casa veraniega. Entre ellas, las piezas que él mismo llamó  "petit choses",  aquellas joyas de poco más de 5 min en promedio, sus 19 nocturnos, con número de opus.
Existen tres más, póstumos, aunque muy anteriores, escritos alrededor de 1830. 

El último Nocturno
De aquel año, 1846, el año del adiós a Nohant, data el último nocturno que el maestro polaco escribió. Es, además. el último en ser publicado en vida del maestro. Hablamos del Nocturno No 2 del Opus 62, en la tonalidad de Mi mayor, dedicado a la señorita De Könneritz («à Mlle. de Könneritz»).
Consignemos que el título de "nocturno" no pertenece a Chopin sino al compositor irlandés John Field, aunque la mayor parte de los estudiosos coinciden en que "...las mejores piezas 'nocturnas' de Chopin pueden describirse muy acertadamente como aquello que un genio fue capaz de hacer con el tipo de materiales que Field inventó y utilizó. De ello, Chopin tomó lo esencial y lo intensificó mil veces."

Nocturno Opus 62 No 2, en Mi mayor
Una cálida melodía (que de sentimental tiene poco) sostiene el inicio y final de la pieza. Como muchos nocturnos anteriores, la sección central tiene un caráter más agitado. Hay una especie de diálogo, que contiene muchas sutiles imitaciones melódicas entre las dos voces exteriores. Durante la coda, Chopin pareciera resistirse a abandonar la pieza, a dejarla ir, como si presintiera estar a tres años de la muerte, como si adivinara que ésta sería su última entrada en uno de sus géneros más amados.

La versión es del pianista polaco Jakub Kuszlik.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Thalberg, Opera Fantasies - Barbieri di Siviglia


In the early 1800s, concertgoers were mostly music professionals or knowledgeable amateurs. But it wasn't long before an emerging middle class moved in that direction. It is a time when music is moving beyond the courts and churches. As a result, specialized magazines and music criticism are emerging, and the publication of printed music is on the rise. The cultural horizon of the middle class widened and, one day, they decided that they also wanted to go to concerts.

New audience, new musicians
And for this new audience, there were also new musicians: pianists of outstanding craftsmanship who were also composers, although their work survives them faintly. In the first half of the 19th century, there were dozens of them.

Sigismund Thalberg
, born in Geneva in 1812 (two years after Chopin) was one of them. A pupil of Hummel and Moscheles, and possessing an extraordinary technique, he made his debut in Vienna in 1829 to great acclaim. From then on, taking advantage of his aristocratic and elegant bearing, he built up a good following, primarily women, almost, almost, in the style of Liszt.

Reaping success
A successful musician, he was also a gentle person. It was not unusual for his admirers to honor him with sumptuous gifts. One of them gave him a magnificent mansion in Vienna.
He toured all over Europe and the USA, achieving success everywhere. By the time he retired in 1863, he had earned more money than he could spend. So he went to Italy, where he devoted himself to winemaking. His retirement was for real: there was no piano in his Italian home.

Chopin's approach
And just as he had admiring colleagues (Mendelssohn, Schumann) he also had detractors. Chopin, not much given to praise, left only a sketch of his personality: "...women like him, he is younger than I am and makes potpourris with La Muette [an opera of the time]...".

Fantasies about operas
Indeed, Thalberg specialized in fantasies on operatic themes. He composed around fifty or more, which usually made up a large part of his performances. His music is not particularly ingenious or novel but it is pianistic to a high degree, and often very difficult. But it was short-lived. Today, from time to time some pianist recalls it, perhaps lest we forget that this music once captivated an era and an audience.

Grand Fantasia opus 63 - Variations on themes from The Barber of Seville by Rossini
At the piano, the Ukrainian performer Valentina Lisitsa.

lunes, 17 de octubre de 2022

Rachmaninoff, "Vocalise" / Yuja Wang


El año 1915 no fue bueno para Sergei Rachmaninof. En abril murió su compatriota y colega Alexander Scriabin. Para recaudar fondos para la viuda, Rachmaninof realizó una serie de recitales dedicados a composiciones de su amigo. Era la primera vez que Sergei se presentaba en público con composiciones que no fueran suyas. Poco después, falleció su amigo Serguei Taneyev, pianista y alumno de Tchaikovsky. Fue un año trágico. Pese a todo, a fines de año había completado sus catorces canciones del Opus 34, la última de ellas titulada Vocalise, la más popular de todas.

Fueron varias las canciones que Serguei Rachmaninov escribió a lo largo de su vida, Se inscriben en varios opus, pero el más popular es el Opus 34, integrado por 14 piezas compuestas en 1915, en base a textos de reconocidos poetas rusos. Cada una de ellas estaba adaptada a la personalidad vocal de un cantante concreto de la ópera del Bolshoi, a quienes el autor conocía. La segunda pieza, por ejemplo, fue dedicada al gran bajo Feodor Chaliapin, cuya capacidad para transformar las palabras en declaraciones musicales dramáticas era legendaria. Y la última de ellas, a Antonina Nezhdanova, de quien suponemos hoy que debió poseer una voz singularmente agradable y flexible,

Pero Vocalise no necesitó de poeta en quien descansar, pues sencillamente no lleva texto. Es lo que se llamó una "canción sin palabras". Escrita para soprano, o tenor, y piano, solo requiere del cantante que "vocalice", es decir, que cante la melodía con una vocal de su elección. (El ejemplo más popular del género es la Bachiana Brasileira  No 5, de Heitor Villa-Lobos.)

Vocalise es una melodía muy sencilla y bella, versionada hasta la saciedad y que se ha convertido en una de las composiciones más populares del compositor ruso.
En efecto, de ella se han hecho arreglos para orquesta, para diversos conjuntos de cámara, duetos varios, e instrumentos de cuerda, incluido el piano.

Se presenta aquí la versión para piano solo, a cargo de la inigualable intérprete Yuja Wang.

sábado, 8 de octubre de 2022

César Franck, Piano Quintet in F minor


As the renowned French pedagogue and composer Nadia Boulanger (1887-1979) once remarked, no piece of music contains a greater profusion of pianissimos and fortissimos than the Piano Quintet in F minor by the Belgian composer César Franck. The work was composed in the winter of 1878-79, when the composer, in his late sixties, was showing a somewhat unseemly interest in one of his female students. This highly expressive work (as demonstrated by the profusion of ppp and fff) has led some biographers to venture that it may have been inspired by that winter passion.

A repeated story
The one who had no doubts was Eugénie Desmousseaux, Franck's wife, who by then had given him four children (survived two). Eugénie openly declared that the piece was not to her liking. But why make it public? Perhaps she noticed unusual behavior in her husband, a state of mind that she could easily identify... Eugénie had also been his pupil. From there to her disaffection with the piece was only one step.

Cesar Frank (1822 - 1890)
A masterpiece
In any case, the work marked César Franck's return to chamber music after more than 35 years. And he did so with a masterpiece, which from its premiere in Paris in January 1880 won the applause of audiences and critics, with the notable exception of its performer for the occasion, Camille Saint-Säens. Despite being the dedicatée of the work, Camille left the stage at the completion of the piece annoyed by the incessant modulations that Franck's language demanded. The future French master thus joined Eugénie's disaffection, with as much or less justice.

Movements:
00       Molto moderato quasi lento - begins with a dramatic tone which then develops into a powerful and passionate discourse.
15:00  Lento, con molto sentimento - is presented as a long aria where the piano dialogues with the string quartet.
26:35  Allegro non troppo, ma con fuoco - takes up the themes exposed in the preceding movements in a fiery atmosphere, creating a kind of musical drama. 

The rendition is by the French ensemble Quatour Ébéne and the Russian pianist Vyacheslav Gryaznov.