viernes, 26 de agosto de 2022

G. Giménez: "La Boda de Luis Alonso" - Intermezzo


Durante los siglos XVII y  XVIII, fue acostumbre incorporar una brevísima ópera cómica, de corte popular, en los entreactos de una ópera seria. Son los llamados intermezzi (plural de intermezzo), una pausa refrescante en medio de tanto drama. El que hoy todavía recordamos es el incorporado en La Serva Padrona, de Pergolesi. Con el tiempo fueron evolucionando, llegando a convertirse en el siglo XIX en fragmentos orquestales interpretados en los entreactos, que muchas veces terminaron siendo más célebres que la ópera que los albergaba. El mejor ejemplo de ello es el intermezzo de Cavalleria Rusticana de Pietro Mascagni, de 1890. 


Otro muy famoso que no le va en zaga es el conocidísimo intermezzo de la zarzuela "La Boda de Luis Alonso" (1897) con música del compositor y director español Gerónimo Giménez, pieza que un buen número de amantes de la música podrían tararear con facilidad aun cuando no sepan de qué obra se trata ni menos quién fue su creador.

El Autor
Autor de más de sesenta obras entre sainetes, zarzuelas y operetas, Gerónimo Giménez fue un niño prodigio nacido en Sevilla que a los 12 años ingresó como primer violín al Teatro Principal de Cádiz. A los 17 ya era director de una compañía de zarzuela debutando en Gibraltar con la ópera Safo de Giovanni Pacini. Estudió violín en Paris. Luego vivió en Londres, instalándose definitivamente en Madrid en 1885, donde se desempeñó como director de teatros y sociedades musicales promoviendo la música sinfónica contemporánea, hasta su muerte en 1923.

Gerónimo Giménez (1854 - 1923)
"La Boda de Luis Alonso"
Es una zarzuela en un acto, dividido en tres cuadros, en verso, con libreto de Javier de Burgos. Es una precuela de una obra anterior, igual de célebre y por la misma razón: su intermezzo.
Su estreno tuvo lugar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el 27 de enero de 1897. 

La acción tiene lugar en 1840 en Cádiz, donde está a punto de celebrarse la boda del famoso maestro de baile de la ciudad, Luis Alonso, quien va a casar con María Jesús, una hermosa dama harto más joven que él. El maestro siente celos de Gabrié, un ex de la chica, lo que lleva a éste a gastarle una pesada broma en la boda. Aprovechando el encierro de toros cercano, anuncia a gritos en mitad de la boda que los toros se han desmadrado y que van corneando por el pueblo a diestra y siniestra. Los invitados y el propio Luis Alonso huyen, espantados. Gabrié y María Jesús se quedan solos y él le reprocha que vaya a unirse de por vida con un anciano.

El Intermezzo
Como era la costumbre en la España de la época, estamos ante una mezcla de varios bailes tradicionales, pues la trama simbólica de toda zarzuela era sencillamente el vehículo indicado para presentar en escena muchos bailes populares. Sin ir más lejos, uno de los bailes aquí presentados es una seguidilla que también usó Manuel de Falla en El sombrero de tres picos

La versión es de la hr-Sinfonieorchester – Frankfurt Radio Symphony, conducida por el maestro Pablo Heras-Casado.

jueves, 11 de agosto de 2022

Schubert, Sinfonía No 4 "Trágica"


Alrededor de 1815, el pequeño Franz tomaba clases privadas con Antonio Salieri, al que nadie inculpaba todavía de haber envenenado a Mozart. El maestro Salieri, por entonces la primera autoridad musical de Viena, instruyó a Franz en composición y contrapunto, instándolo a continuar con aquello que parecía tan difícil, componer sinfonías, en momentos en que el sinfonista de la época era ni más ni menos que Beethoven, que ya iba por la octava.

Pero el pequeño Schubert tampoco se iba a quedar atrás. Después de todo, el maestro de Bonn había compuesto su primera sinfonía cumplidos los treinta. Schubert, en cambio, a los 19 años ya sumaba tres e iba por la cuarta, que verá la luz en 1816 con la inquietante apostilla de Sinfonía Trágica, impensado título para un autor veinteañero.

Pero así fue. A diferencia de cientos de autores cuyas obras etiquetó el editor, sin preguntar siquiera, esta vez fue el mismo Schubert quien eligió el apodo. ¿Tanta desgracia acumulaba el pequeño Franz antes de cumplir los veinte años? En principio no lo parece. Pero nunca se sabe.

Olvidado el fracaso de su aspiraciones matrimoniales con Thérese Grob en 1814 a causa de las leyes de la época que exigían a todo aspirante a novio contar con recursos económicos, el año 1816 contempló algunos cambios positivos, que lo arrancaron en algo de la monotonía como maestro ayudante en la escuela que dirigía su padre. Un amigo lo invitó a vivir con él en la casa familiar, y abandonó las clases en la escuela para aventurarse en la enseñanza privada.

Franz Schubert, joven (1797 - 1828)
¿Un drama adolescente?
Al mismo tiempo, buscó un ascenso académico postulando a una reputada escuela de lengua alemana en la ciudad de Laibach (la actual Ljubljana, en Eslovenia) como maestro de capilla. Pero no le fue bien. Su postulación fue rechazada. Aquello significaba ni más ni menos que en algún momento –como realmente ocurrió– debería volver a la escuela de su padre.

Pero por desalentador que fuere, nada de esto implicaría alimentar el alma de sentimientos terriblemente trágicos.
Y, de pasada, la música, su música, la mismísima Cuarta Sinfonía, lo desmiente. El apodo de "trágica" responde más bien a una suerte de dramatización juvenil de la vida, porque lo que escuchamos es, sencillamente, bella música.

Sinfonía No 4 en Do menor, "Trágica"
Para nuestro gusto, lo que más destaca en ella es su movimiento lento, una maravilla, "schubertiana" hasta la médula, un anticipo del sublime Impromptu en La bemol del Op. 142, de 1828, el año de su muerte. Como si hubiera sido su sino, y tal como gran parte de su producción, no fue interpretada en vida del gran y pequeño maestro. La primera presentación pública tuvo lugar en Leipzig en 1849, 21 años después de la muerte de su autor, que solo estuvo en este mundo 31 años.

Movimientos:
Son cuatro, los habituales de toda sinfonía clásica:
00:00  Adagio molto – Allegro vivace  ∙
09:57  Andante   ∙
19:14  Menuetto. Allegro vivace – Trio – Menuetto   ∙
22:44  Allegro   

La versión es de la Frankfurt Radio Symphony, conducida por el maestro colombiano Andrés Orozco-Estrada.