Las sinfonías Quinta y Sexta de Ludwig van Beethoven fueron estrenadas conjuntamente el 22 de diciembre de 1808, en el recién inaugurado Theater an der Wien, en una Viena ocupada por las tropas napoleónicas, entre pactos y rompimientos, desde el año 1805. La función –solo con obras de su autoría y a su beneficio– había sido organizada por el propio Beethoven a fin de asegurarse un balance positivo de ese año. A poco de cumplir cuarenta años y hostigado por la sordera que avanzaba irremisiblemente, Beethoven dirigió todas las obras y además tocó el piano.
El programa
El concierto, extremadamente largo, duró poco más de cuatro horas y se inició con la Sexta Sinfonía oída por primera vez, a la que siguió el aria, Ah, pérfido. Luego vino el Gloria de la Misa en do mayor, cerrando esta primera parte el Concierto N° 4 para piano y orquesta, con Beethoven al piano. La segunda parte (todo indica que sin intermedio) abrió con el estreno de la Quinta Sinfonía, luego vinieron el Sanctus y Benedictus de la Misa ya nombrada. A continuación, Ludwig acometió una improvisación para piano solo y, finalmente, se escuchó la Fantasía para piano, coro y orquesta.
Theater an der Wien, a principios del siglo XIX |
Un testigo del concierto
Johann Friedrich Reichardt, también compositor, nos ha dejado sus impresiones de aquella velada, a la que asistió invitado por el príncipe von Lobkowitz, mecenas de Beethoven:
"Allí, en ese teatro frío y desapacible, permanecimos desde las seis y media hasta las diez y media y descubrimos nuevamente que es muy fácil cansarse de lo bueno. Ni yo ni el bondadoso príncipe... podíamos abandonar la sala hasta que el concierto hubiera terminado, aunque algunas de las interpretaciones, realmente desgraciadas, nos pusieron al borde de nuestra paciencia. ...Los cantantes y la orquesta habían sido reunidos casi al azar, y algunas de las piezas (todas erizadas de dificultades) no habían tenido ni siquiera un ensayo por parte de aquella turba. ...Primero vino una sinfonía pastoral, o reminiscencia de la vida del campo... Cada movimiento fue una pieza larga, perfectamente construida, llena de vívida descripción y brillantes ideas; el único problema es que esta sinfonía pastoral fue más larga que el tiempo que nosotros nos podemos permitir para un concierto completo... Vino a continuación una amplia Escena Italiana [el aria Ah, pérfido] cantada por mademoiselle Killitzi, la joven bohemia de voz adorable. Con el frío tan terrible que hacía en la sala, no se puede culpar a esta bella muchacha por el hecho de que en tal ocasión su voz temblara más que cantara; nosotros, en nuestro palco, también estábamos temblando, enfundados en bufandas y abrigos, presos del insoportable frío... Vino a continuación un Gloria para solistas y coro que fue muy mal cantado, para desgracia nuestra. Después un concierto para piano, nuevo y tremendamente difícil [se había estrenado privadamente en casa de Lobkowitz un año antes], que Beethoven tocó de manera impresionante a gran velocidad..."
Tomado de J.F. Reichardt. Cartas escogidas, escritas en un viaje a Viena.
Sinfonía N° 6, en Fa mayor, opus 68
La Sexta Sinfonía, llamada "Pastoral" por el mismo Beethoven, es una de sus pocas obras "programáticas", o "descriptivas", y se encuentra, históricamente hablando, a medio camino entre las brillantes Cuatro Estaciones de Vivaldi y los ulteriores poemas sinfónicos de Liszt y, más tarde, de Richard Strauss. Sin embargo, el compositor precisó que antes que describir cuadros naturalistas o mera imitación de sonidos de la naturaleza, con esta obra no pretendía otra cosa que evocar sentimientos: hay en ella "más emoción que descripción" señaló, y por esta razón, tal vez, es que la subtituló "Recuerdos de la vida campestre".
La obra, bastante extensa, dura aproximadamente cuarenta minutos. La versión es de la West-Eastern Divan Orchestra, con ocasión del ciclo completo de las Sinfonías de Beethoven dirigidas por Daniel Barenboim durante el verano de 2012 en el Royal Albert Hall, de Londres.
Movimientos
La sinfonía está estructurada en cinco movimientos, si bien a partir del tercero enlazan sin solución de continuidad con el siguiente. Junto con la obligada indicación de tempo, Beethoven agregó una "descripción" para cada uno de ellos que, no obstante, advirtió, no deben ser tomados de manera literal:
00 Allegro ma non troppo "Despertar de alegres sentimientos con la llegada al campo".
10:53 Andante molto mosso "Escena junto al arroyo" (el único momento abiertamente descriptivo de la obra: en 21:27 cantan el ruiseñor, el cuclillo y la codorniz, representados respectivamente por la flauta, el clarinete y el oboe, según anotó Beethoven en la misma partitura).
22:43 Allegro "Alegre reunión de campesinos". Al final, después de retomar el tema inicial, luego de un pasaje indicado "presto", ataca el allegro, la tormenta, en:
28:33 Allegro "Relámpagos. Tormenta". También aquí el final enlaza directamente con el allegretto, en:
32:30 Allegretto "Himno de los pastores. Alegría y sentimientos de agradecimiento después de la tormenta". La obra termina cuando, después de un sugestivo pasaje que semeja una plegaria, marcado "pianissimo, sotto voce" (40:36) y tras unos breves compases resplandecientes (41:01), resuelve con comedido brío en dos acordes en Fa mayor.
La Sexta Sinfonía, llamada "Pastoral" por el mismo Beethoven, es una de sus pocas obras "programáticas", o "descriptivas", y se encuentra, históricamente hablando, a medio camino entre las brillantes Cuatro Estaciones de Vivaldi y los ulteriores poemas sinfónicos de Liszt y, más tarde, de Richard Strauss. Sin embargo, el compositor precisó que antes que describir cuadros naturalistas o mera imitación de sonidos de la naturaleza, con esta obra no pretendía otra cosa que evocar sentimientos: hay en ella "más emoción que descripción" señaló, y por esta razón, tal vez, es que la subtituló "Recuerdos de la vida campestre".
La obra, bastante extensa, dura aproximadamente cuarenta minutos. La versión es de la West-Eastern Divan Orchestra, con ocasión del ciclo completo de las Sinfonías de Beethoven dirigidas por Daniel Barenboim durante el verano de 2012 en el Royal Albert Hall, de Londres.
Movimientos
La sinfonía está estructurada en cinco movimientos, si bien a partir del tercero enlazan sin solución de continuidad con el siguiente. Junto con la obligada indicación de tempo, Beethoven agregó una "descripción" para cada uno de ellos que, no obstante, advirtió, no deben ser tomados de manera literal:
00 Allegro ma non troppo "Despertar de alegres sentimientos con la llegada al campo".
10:53 Andante molto mosso "Escena junto al arroyo" (el único momento abiertamente descriptivo de la obra: en 21:27 cantan el ruiseñor, el cuclillo y la codorniz, representados respectivamente por la flauta, el clarinete y el oboe, según anotó Beethoven en la misma partitura).
22:43 Allegro "Alegre reunión de campesinos". Al final, después de retomar el tema inicial, luego de un pasaje indicado "presto", ataca el allegro, la tormenta, en:
28:33 Allegro "Relámpagos. Tormenta". También aquí el final enlaza directamente con el allegretto, en:
32:30 Allegretto "Himno de los pastores. Alegría y sentimientos de agradecimiento después de la tormenta". La obra termina cuando, después de un sugestivo pasaje que semeja una plegaria, marcado "pianissimo, sotto voce" (40:36) y tras unos breves compases resplandecientes (41:01), resuelve con comedido brío en dos acordes en Fa mayor.
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Muero cada vez que la escucho, Daguito.Veo a mi papá dirigiendo esta sinfonía con su orquesta imaginaria. Bellísima..
ResponderEliminarVengo escuchando desde muy joven esta maravillosa sinfonia...cada vez descubro nuevas armonias. La cadencia de sus movimientos me emociona con una profundidad q repetidamente me lleva a agradecerle a la vida el tener el privilegio de conocer estas maravillosas obras.
EliminarQueca. Me imagino a tu papá dirigiendo y supongo lo feliz que lo haría. Hasta hace un tiempo, yo hacía lo mismo. Mi especialidad eran las oberturas de Rossini (no me aventuré como tu padre, con una sinfonía de Ludwig). Hay que conocerse la pieza al dedillo, eso sí. Pero es muy entretenido y gratificante. Una vez se lo comenté a mi profesora en la UC, la Martita, y me señaló que no había mejor ejercicio que ese para desarrollar la musicalidad. Habrá que retomarlo.
ResponderEliminarMaravilloso, una de las sinfonías que agradezco el haber escuchado,ahora que la tecnología permite escucharlas y ver a la orquesta interpretarlo, es un festín...me gustaría "presentar" esta página en mi blog de Folclore y Cultura Chilena (lo mismo estoy haciendo, gracias a esta página, con Música Chilena), es lo que buscaba para que mis lectores lleguen a la música docta (o como se llame), así elevar el nivel cultural de mis compatriotas. Mi labor con los blog es difundir, y cuando encuentro web que aportan, las presento y las dejo con un link permanente en mi página, así quedan para que todos disfruten de este hallazgo. Gracias por este blog, al leer y escuchar esta sinfonía voy entendiendo más de esta clase de música, que es lo que deseo hacer con mis lectores. Tengo blog en diferentes comunas, además de la página principal: www.folcloreyculturachilena.cl, así llevo este blog para el goce de muchos. cf
ResponderEliminarHola, Folklore. Presenta la página nomás. Muy agradecido, y te felicito por tu labor de difusión. Ya visitaré tu página. Saludos, y gracias por el comentario.
ResponderEliminarimpresionante,te saltan las lagrimas
ResponderEliminarHola, Anónimo: Te cuento que la escuché hace poco en vivo, en Hamburgo. Y tal como dices, debí hacer un esfuerzo para contener la emoción porque siempre estuvo en mi memoria la penosa historia de su estreno. Saludos, y muchas gracias por dejar tu comentario aquí.
ResponderEliminarno me canso de escuchar este privilegio para los oídos y el alma
ResponderEliminarHola, Anónimo: Gracias por dejar tu comentario aquí. Saludos.
ResponderEliminarpense en no ver el video, ya que he escuchado muchas veces esta sinfonia, pero he de reconocer que esta interpretada de una forma espectacular....
ResponderEliminarHola, Jalex: Así es nomás. Gracias por todos tus comentarios.
ResponderEliminarEspectacular, sublime, grandioso, divino….BELLO!! la verdad que es difícil decantarse cuál es la mejor sinfonía del gran maestro, del gran genio. Es incluso osado….pero si me atrevo a decir, que la pastoral es una de mis preferidas. TREMENDA!!
ResponderEliminarAprovecho para mostrar mi gratitud al que hace posible esta página web. ¡chapó!
Saludos
Javi Pastor Izco
Hola, Javi: Muchas gracias por dejar aquí tu comentario, con palabras tan elogiosas, para Beethoven y, sorprendentemente, pa mí también. Gracias otra vez. Saludos
ResponderEliminarGracias a Dios por regalarnos estos genios del buen gusto, en estos tiempos de mediocridad y de mal gusto, felicitaciones.-
ResponderEliminarHola, Felix: Gracias a ti por dejar aquí tu comentario. Un saludo.
ResponderEliminarDesde los primeros compases ya se vislumbra que algo sublime se avecina. ¡Vaya primer movimiento! ¡Insuperable! Muchas gracias al creador de este Blog por regalarnos estas obras maestras de la historia y por sus comentarios.
ResponderEliminarHola, Maya: Muchas gracias a ti, por tus palabras y por dejar aquí tu comentario.
ResponderEliminarEmotivo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Hola, Clar: Gracias a ti, por tus palabras.
ResponderEliminarOs cuento mi experiencia. Hace muchos años (tengo ahora 73) yo no conocía mucho la música clásica y solía dormirme con un transistor debajo de la almohada. Una noche me desperté con el corazón encogido por una música que me emocionó tanto que me desperté, cuando acabó me enteré que era el movimiento 2 (junto al arroyo de la 6º de Bethoven) Fué tal el impacto que me causó que desde entonces es mi favorito. No lo olvidaré jamás.
ResponderEliminarHermosa experiencia, Santiago. Muchas gracias por dejarla comentada aquí. Un gran saludo.
ResponderEliminarEsta sinfonía a pesar de haber sido compuesta al mismo tiempo que la quinta no puede ser más diferente. El primer movimiento es alegre pero tiene momentos de melancolía, el segundo "La escena del arroyo" es una de las más románticas de la Música, el tercero es de una alegría rústica con los vientos protagonizando el movimiento, "La tormenta" es muy gráfica y exacta lo que me impresiona es cuando los sonidos de la tormenta se van alejando y el motivo del oboe se oye como un auténtico rayo de sol que anuncia el canto de agradecimiento, aqui Beethoven consigue un magnifico efecto ambiental y luego las cuerdas en ascenso hasta la explosión de júbilo.
ResponderEliminarHola, Daniel: Excelente comentario. Muchas gracias. Saludos.
ResponderEliminarGrande Beethoven!!!!! Gracias Dago por crear este Blog y regalarnos estas obras maestras de grandes genios. Te saludo desde un rinconcito de México.....
ResponderEliminarHola, Pita: Muchas gracias por tus palabras. Te devuelvo el saludo desde otro rinconcito, pero de Chile. Saludos a México, lindo y querido.
ResponderEliminarNo tengo palabras para expresar lo que esta joya musical me inspira y un gracias a quien maneja este blog es pobre para lo que realmente agradezco.
ResponderEliminarHola, Marcos: Muchas gracias a ti, por tus cálidas palabras. Un saludo.
ResponderEliminarDe acuerdo. Grande, my grande Beeethoven y su sexta -mi favorita- también me saca lágrimas.
ResponderEliminarLa escucho en diferentes versiones y en todas me resulta conmovedora.
Gracias al compositor, donde quiera que esté, por todo su maravilloso legado.
Hola, Graciliano: Gracias por tu emotivo comentario. Un saludo.
EliminarEs así o me lo parece, encuentro ciertos parecidos entre el tercer movimiento de la NOVENA y el primer y segundo movimientos de la SEXTA.
ResponderEliminarHola, Anónimo: Es muy posible. Los autores trabajaban sobre ideas, bocetos, frases, anteriores, a veces de muchos años atrás, así que es probable que terminen formando parte de varias de las nuevas obras. Gracias por la inquietud y el comentario. Saludos.
EliminarMagnifico, crea adicción.
ResponderEliminarHola, gracias por tu comentario. Saludos.
EliminarDesata una tormenta de emociones en cada movimiento, UN GENIO
ResponderEliminarHola: As´es. Gracias por tu comentario. Saludos.
EliminarEs muy surrealista la imagen de un teatro gélido, una mala orquesta o al menos mal preparada, voces ad hoc, un concierto interminable, Beethoven al piano y nada menos que el estreno de la 5ª y la 6ª en la Viena ocupada por Francia. Esta escena merece ser mucho más conocida, fue un momento sublime de la música y de la Humanidad. Qué mezcla de lo mundano y lo divino. No tenía idea. Un aporte muy valioso.
ResponderEliminarHola, Panchito. Tal como lo dices. Así es. Muchas gracias por tu invaluable comentario. Saludos.
EliminarImpresionante...Gracias Dago... también desde un rinconcito, en este caso en un barrio lleno de perifoneos comerciales y de gente rebuscando cómo comer, en Bogotá. Logré el silencio necesario y lo disfruté. Imposible no hacerlo.
ResponderEliminarHola: Gracias a ti x el comentario. Saludos a Bogotá.
EliminarGracias por compartir esta belleza!
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