Casa natal de Robert Schumann, en Zwickau, Sajonia, donde vivió toda su infancia |
Tal vez como presagio temprano de la locura que lo llevaría a la muerte, Robert Schumann decidió a sus 22 años inutilizarse el dedo medio de la mano derecha para dotar de mayor independencia y agilidad a los cuatro restantes. Lo mantuvo así inmovilizado durante el tiempo suficiente para comprobar, a su término, que la parálisis era irreversible y que su apuesta por una carrera como concertista se había estropeado sin remedio, como consecuencia de una decisión desafortunada, por decir lo menos.
Tronchada su aspiración de pianista, optará por la composición.
Este es uno de sus frutos, tal vez el más célebre, dentro de sus miniaturas pianísticas:
Träumerei (1838) - Piano: Valentina Lisitsa
Nacido en 1810 (Zwickau, Sajonia), el mismo año que Chopin, un año antes que Mendelssohn y uno después de Liszt, Robert Schumann había partido a los 18 años a Leipzig a estudiar la carrera de derecho siguiendo las indicaciones de su padre, no obstante haber mostrado ya cierto talento para la composición musical, con un par de piezas a su haber. Durante dos años alternará sus estudios de derecho con su afición a la música, pero tras asistir en 1830 a un concierto de Paganini decide dar el paso definitivo: su verdadera pasión es la música y así lo confiesa en carta a su madre, sincerándose con ella como un buen hijo adolescente:
"Elegir en la vida una dirección diametralmente opuesta a la primera educación y destino tampoco es muy fácil y exige paciencia, confianza... Me hallo aún en medio de la juventud imaginativa, la que todavía puede ser cultivada y ennoblecida por el arte; he llegado también a la certidumbre de que con aplicación y paciencia, y guiado por un buen profesor, dentro de seis años podré competir con cualquier pianista..."Decide, pues, presentarse ante el afamado maestro de música, Friedrich Wieck, a quien ya conocía. Es tomado a prueba por seis meses, y alojado en casa de los Wieck, como era la costumbre. Reencuentra allí a Clara, la hija del maestro, que a sus trece años toca el piano como los dioses, lo que deslumbra a Robert y vaya uno a saber si no decidió ahí mismo emular su destreza a como diera lugar.
La pequeña pianista se hará mayor y años más tarde, convertida en una celebridad, le tocará vivir, junto a Robert, una historia de amor llena de turbulencias al más puro estilo romántico.
La breve pieza que se escucha, de nombre "Träumerei" (Ensoñación) lleva el número 7 en una serie de 15 agrupadas en el Opus 81 con el título de "Escenas para niños". Su notable lirismo ha llevado a ensayar sobre ella numerosas transcripciones para violín, o viola, o cello, con piano acompañante. Con independencia de los tutús y las rosas en flor, el video presenta una versión muy inspirada.
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Genial, he decidido, como una contribución más de esta página culturizar a mis compañeros de oficina así que todos los días en la mañana comenzamos la jornada con estas piezas, muchísimas gracias en nombre de nuestra jornada.
ResponderEliminarSus contemporáneos habrán sentido una gran envidia el día que el Señor Schumann tocó esto por primera vez...bellísima simplemente.
ResponderEliminarA Anónimo: Sorprendente!! Nunca me imaginé que esta página pudiera llegar a una oficina y hacerles la jornada más agradable. Muchas gracias.
ResponderEliminarEl Universo limita al norte con el Perú, al sur con el polo Sur, al oeste con el océano Pacífico y al este con la cordillera de los Andes que lo separa de Bolivia y Argentina.
ResponderEliminarEs todo lo que hay que saber del Universo.
Gracias.
Mi padre era pianista autodidacta y una de sus piezas obligadas de todas las noche era la Ensoñación de Schumnann. No se imaginan lo que era despertarse hacia la medianoche y sentir la cálida ensoñación que producía ésa música en nuestra temprana adolescencia. Papá adoraba a Schumann y a Schubert.
ResponderEliminarHermosa experiencia, José. Lo que puede hacer la música por niños que ya crecerán y serán amantes de ella. Gracias por tu comentario. Saludos.
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