Chopin agrupó sus tres primeros nocturnos en el Opus 9. Fueron compuestos probablemente alrededor de 1831 y publicados dos años más tarde, en París. Sin embargo, no se trata de sus primeras composiciones en el estilo de la forma inventada por el dublinés John Field –aquel "precioso pero vacío marco" según el pianista y musicólogo Alfred Cortot, al que Chopin le sumará alma, corazón y vida. Antes de 1831 ya había compuesto unos cuantos pero no fueron publicados sino hasta después de su muerte, luego que su amigo y factótum Julian Fontana no hiciera caso del encargo solemne de echarlos al fuego, ingresando por ello al catálogo en la categoría de "opus póstumo".
El amigo Pleyel
Los nocturnos del opus 9, entonces, fueron solo los primeros en publicarse. Están dedicados "a la señora Pleyel". Se entiende que se trata de la excelente pianista y esposa de su amigo, genial fabricante de pianos y también pianista, Camille Pleyel, el mismo que enviará a Chopin un "pianino" ni más ni menos que a Mallorca, para que Frédérik pueda sobreponerse a las inclemencias del ánimo y del clima durante la desafortunada estadía en Valldemosa, en compañía de la Sand y sus hijos, el invierno de 1838-39.
| Camille Pleyel (1788 - 1855) |
No es la primera vez que Camille Pleyel regala un piano a Chopin. Arribado a París hace apenas un año y poco más, Frédérik se ha mudado a su segunda residencia en París y está instalado en una casita de dos pisos en el número 4 de la rue Cité Bergère. Para el gran salón (es un decir porque no es muy amplio) el amigo Pleyel ha aportado un gran piano de concierto. Y para el dormitorio, un pianino negro. Las dos habitaciones se comunican, de modo que si el talento de uno de sus alumnos desatara el entusiasmo de Frédérik, éste podría acompañarlo desde el otro piano.
La dedicatoria del opus completo a la "señora Pleyel", tres nocturnos, los primeros en publicarse, habrá sido suficiente muestra de gratitud por parte del noble Frédérik, imaginamos.




Sublime, Dago; gracias.
ResponderEliminarGracias, Anónimo, por dejar aquí tus impresiones.
Eliminarbuena la bienvenida , es muy cierto solo sin barreras se conoce en verdad la música
ResponderEliminarHola, Raúl Alejandro. Así es, simplemente hay que escuchar sin ponerse barreras. Saludos y gracias por dejar aquí tu comentario.
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