Dos jóvenes oficiales, sentados en un café, se ufanan contándose uno al otro cuán fieles son sus respectivas prometidas, Fiordiligi y Dorabella. Un amigo curtido en amores, Don Alfonso, se les une y ante lo que considera un acto de extrema ingenuidad de parte de los jóvenes, les propone un juego: que hagan creer a sus novias que han sido llamados a la guerra, que se presenten luego de incógnitos e intenten enamorar a la novia del otro. Don Alfonso asegura que en menos de veinticuatro horas Fiordiligi y Dorabella serán seducidas por el amigo de su verdadero novio.
Così fan tute, ópera bufa
Así comienza el primer acto de la ópera bufa Così fan tutte, de Wolfgang Amadeus Mozart, compuesta en 1789 y estrenada en enero de 1790, un año antes de la muerte del compositor (si bien todavía tendrá tiempo para componer su obra maestra en el campo de la ópera: La Flauta Mágica). La obra tenía todo para encantar a los vieneses, tanto a los más refinados como a los más frívolos. Y por ello fue muy bien acogida, pero lamentablemente, a raíz de la muerte del emperador José II un mes después del estreno, sus representaciones debieron ser suspendidas. Según la costumbre, el luto nacional implicaba el cierre de todos los teatros.
La obra alcanzó a representarse en cinco oportunidades y cuando volvió a escena, en junio de ese año, otras obras ocupaban la cartelera y el público ya había comenzado a olvidarla. Durante el resto del año, la ópera se presentó sólo cinco veces.
Maria Teresa, otra vez
Mozart murió al año siguiente, sin que volviera a ver su obra representada en los escenarios de Viena. Algo tuvo que ver en ello, quizá, Leopoldo II –hermano y sucesor de José–, quien nunca le tuvo especial simpatía a Wolfgang, influido probablemente por la inquina que su desaparecida madre, María Teresa de Austria, le tenía a la familia de "músicos vagabundos" como alguna vez llamó a los Mozart.
Y como Dios castiga pero no a palos, más aún, hasta puede ser benévolo, Leopoldo abandonó este mundo en 1792 –probablemente envenenado–, sin llegar a enterarse de que a su hermana María Antonieta, unos revoltosos franceses le van a cortar la cabeza al año siguiente.
Teatro La Fenice, 2011. Puesta en escena no tradicional. Las chicas: Maria Bengtsson y José Maria Lo Monaco. Don Alfonso: Andrea Concetti.
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Precioso, Dago querido. Gracias y besos....
ResponderEliminarTenemos que ir a verla, en el TM Las Condes, del 29 agosto al 8 de septiembre. Gracias por dejar tu cariñoso comentario aquí. Más besos.
EliminarGracias
ResponderEliminarDe seguro fuiste uno de los "cliqueros", Adolfo. Fue todo un éxito. Muchas gracias.
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