sábado, 9 de mayo de 2015

Dvorak: Concierto para cello y orquesta



Tres años después de haberse instalado con su familia en Nueva York invitado a dirigir el Conservatorio Nacional de la pujante ciudad estadounidense, creación de la dama mecenas Jeannete Thurber, el compositor checo Antonín Dvorak no opuso resistencia al sentimiento de nostalgia de la tierra y a finales de abril de 1895 estaba de vuelta en Praga, para dar los últimos retoques a su admirable Concierto para violoncelo y orquesta, comenzado en Nueva York muy pocos meses antes, en noviembre de 1894.

La recesión económica
Pero la decisión de regresar no solo atendía a la pura nostalgia. El salario inicial de 15.000 dólares al año –más de lo que Dvorak había ganado en toda su vida– se vio reducido a 8.000 en 1893 debido a la recesión económica de aquel año que afectó severamente a la señora Thurber. De ahí en adelante, solo recibió ocasionalmente su paga. Esta circunstancia unida al hecho de que en Europa su reconocimiento se hacía cada vez más extendido, determinaron que el compositor, de 54 años, abandonara EEUU sin intenciones de volver.

Antonín Dvorak (1841 - 1904)
Treinta años antes, el autor ya había incursionado en un concierto para cello, el que no llegó a término. Este segundo intento, prodigiosamente, solo le llevó cuatro meses. (Quizá le resultó fácil, pues entre otras cosas, ya había completado sus nueve sinfonías, entre ellas la llamada "del Nuevo Mundo", escrita en EEUU en 1893).

Estreno
Se trata de su último concierto para instrumento solista, y fue compuesto, y dedicado, a un amigo cellista, quien debía también estrenarlo. Pero algunas desavenencias sobre mejoras a la composición llevaron a que su primera presentación en público quedara a cargo de otro cellista, el inglés Leo Stern, quien lo estrenó en Londres en 1896 con Antonín Dvorak en la dirección.

Brahms
Un buen número de compositores ha escrito obras para cello y orquesta, pero no existe ningún concierto para este instrumento compuesto por los grandes maestros, digamos Bach, Mozart, Beethoven, o Brahms. De ahí la sorpresa de este último, amigo y mentor de Dvorak, cuando conoció la partitura. Se dice que Brahms habría exclamado: "¿Por qué no supe que se podía escribir un concierto como éste? Si lo hubiera sabido, hace tiempo que habría escrito uno".

Concierto para cello y orquesta en si menor
Bajo la dirección de Carlo Maria Giulini conduciendo a la London Philarmonic Orchestra, se ofrece aquí la versión del desaparecido maestro ruso Mstislav Rostropovich, sostenedor de las políticas de Mijail Gorbachov y su fallida Perestroika, y quien en 1990 tocó la Suite N° 2 para cello solo de JS Bach ante el muro de Berlín mientras era demolido por los manifestantes.

Movimientos:
00       Allegro 
15:14  Adagio, ma non troppo
26:43  Finale: Allegro moderato - Andante - Allegro vivo



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