domingo, 11 de octubre de 2015

Mozart: Sonata para piano No 2, K 280



El segundo viaje a Viena de Leopold Mozart y su hijo Wolfgang Amadeus fue de tan escaso provecho como el primero. Acompañando a su patrón el príncipe-arzobispo Colloredo llegaron allá en pleno verano de 1773, visitaron a profesores y músicos de la corte, incluso la emperatriz tuvo a bien recibirlos pero conseguir una plaza en la corte imperial no fue posible.
Los escasos frutos ya comenzaban a hacerse habituales para la familia Mozart, y así lo refleja Leopold en carta a su mujer: "... Su Majestad la emperatriz fue muy amable con nosotros, pero eso fue todo".

De regreso en Salzburgo
Y como habituales que eran, los escasos frutos, Leopold y Wolfgang retomaron la vida en Salzburgo como si nada. Mejor aún, tomaron algunas decisiones importantes: se mudaron de casa, a una más amplia y cómoda, en la parte nueva de la ciudad. Como consecuencia de ello, sus amistades subieron de rango; a fin de cuentas, venían de cumplir una visita a la corte de Viena, donde habían sido saludados por la emperatriz.

Retrato anónimo de Mozart,
de 1777
Estos meses de provinciana paz familiar se tradujeron en una importante serie de composiciones. Destacan entre ellas las cinco sonatas para piano, K. 279 a la K. 283, aunque algunos estudiosos datan estas composiciones el año siguiente, 1775, durante los tres meses que el joven maestro de 19 años permaneció en Münich, con ocasión del estreno de su ópera bufa La Finta Giardiniera, obra compuesta a pedido de la corte, con la que, dicho sea de paso, obtuvo un éxito formidable.

El maestro contaba a estas alturas con una gran experiencia creativa. No obstante, este primer grupo de piezas pianísticas es el primer intento, de envergadura, que el joven Mozart emprendió en el género de las sonatas para piano, para el que va a componer, en total, veinticinco obras.

Sonata No 2 en Fa mayor, K. 280 - Movimientos
La influencia de Haydn es clara, sobre todo en los movimientos externos. El segundo movimiento es el más mozartiano, una melodía tierna y melancólica en Fa menor, que se extiende por casi diez minutos. Valga como anotación curiosa, de todas las sonatas de Mozart es el único movimiento lento escrito en tonalidad menor.
Los movimientos son tres, estructurados a la manera típica, italiana: rápido-lento-rápido.
00        Allegro assai
07:09  Adagio
16:50  Presto

La versión, grabada en vivo, es del maestro ruso Sviatoslav Richter.


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