sábado, 10 de junio de 2017

Scarlatti: Sonata en mi mayor, K. 380


A partir de los inicios del siglo XVII la palabra "sonata" fue aplicada a una sorprendente variedad de formas instrumentales. Sin embargo, todas ellas presentaban un denominador común: estaban destinadas a ser "tocadas" en algún instrumento antes que "cantadas". (Para esta segunda opción, estaba disponible el término "cantata"). Pero a poco andar, alrededor de 1730, el término sonata comenzó a aplicarse con mayor frecuencia a las composiciones destinadas a ser interpretadas solo en instrumentos de teclado.


Sonatas de un solo movimiento
Las piezas musicales de la época que obedecen a esta denominación son brevísimas y, desde luego, no contienen secciones o movimientos. Son las sonatas de un solo movimiento que Haendel decidió abordar con una publicación en Amsterdam ya en 1732. Pero quien llevará su producción a límites sorprendentes será Doménico Scarlatti, el compositor italiano afincado en España que durante su extenso periodo vital (para la época) de 72 años compondrá más de 500 sonatas para teclado de un solo movimiento.

Scarlatti, autor de 555 sonatas
D. Scarlatti (1685- 1757)
Para ser precisos, el clavecinista y musicólogo americano Ralph Kirkpatrick anota en el catálogo que lleva su nombre exactamente 555 sonatas debidas a la pluma de Scarlatti, de las cuales cien o doscientas fueron compuestas con el autor enfermo, en sus últimos años de vida. A las primeras treinta, publicadas en vida del autor en 1738 en Londres, Scarlatti las tituló, modestamente, Essercizi per gravicembalo, y corresponden a las piezas designadas K.1 a K. 30 en el catálogo Kirkpatrick. De las restantes, ha conseguido cierta popularidad la Sonata en mi mayor, K 380.

Sonata en mi mayor, K. 380 (o L23, según catálogo posterior de Alessandro Longo)
Se supone compuesta en esos últimos años cuando el autor ya estaba enfermo, alrededor de 1754. Scarlatti marcó su tempo como Andante comodo pero la pequeña joya de cuatro minutos de duración presenta bastante mayor vivacidad que la que, para nuestros tiempos, supondría un tempo así designado. Su único movimiento, con todo, presenta dos momentos claros, una exposición y un posterior mini desarrollo (2:41) para luego volver al material de inicio.

La versión, solo audio, es del maestro ruso Vladimir Horowitz.


Amigo visitante:
Si te gustó el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, o lo recomiendas en Google con un cómodo clic

5 comentarios :

  1. ¡Qué bueno es conocer un poco de la historia de la música!

    Gracias!

    ResponderEliminar
  2. Hermosisimo, qué elegancia, qué precisión, y hay que tener en cuenta que Horowitz tenía en esa fecha 85 años, o poco menos! Un abrazo querido Dago1 Óscar Olavarría

    ResponderEliminar
  3. Hola, Roderer: Gracias por tu entusiasta comentario. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Hola, Oscar: Y sí, qué elegancia. Lo insólito es que el maestro tenía serias dudas respecto de sus habilidades. Cómo habría tocado si no las hubiese tenido!! Saludos, gracias, y celebro tu regreso por aquí. Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Sorprende la cantidad y variedad de piezas para teclado de Scarlatti, son las verdaderas predecesoras de las sonatas clásicas y muchas son interesantes por su sonoridad y la técnica que exigen.

    ResponderEliminar

Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.