En 1821, un grupo de amigos de Schubert, que incluía a célebres integrantes de las famosas "schubertiadas", dirigió al editor Carl Friedrich Peters, de Leipzig, una carta solicitando, o quizá solo sugiriendo, la publicación de ciertas piezas del pequeño Franz. Tras larga espera, Herr Peters respondió:
"Mi esfuerzo va hacia los artistas ya consagrados, con los cuales puedo ganar más dinero... la misión de revelar nuevos talentos es para otro. El día en que el compositor se haya hecho un nombre y sus obras sean reconocidas, yo seré el hombre que buscan, porque en este caso la publicación de sus obras entrará en mis planes".
Fruto de tal entusiasmo, buena parte de la obra del pequeño Franz no fue publicada ni reconocida sino hasta mucho después de su temprana muerte en 1828.
Así por ejemplo, sus encantadores Impromptus del opus 90 y 142, de 1827, solo fueron publicados en 1857, con la encomiable excepción de los dos primeros del opus 90, que el pequeño compositor alcanzó a ver impresos seis meses antes de abandonar este mundo, en la más absoluta pobreza, a los 31 años.
Drei Klavierstücke
Algo similar aconteció con las tres piezas para piano que integran sus Drei Klavierstücke, compuestas en mayo de 1828, las que vieron por fin la luz solo en 1868, cuarenta años después.
Es probable que el pequeño Franz los haya pensado como parte de un nuevo ciclo de cuatro impromptus. Pero no alcanzó a completarlo.
Franz Peter Schubert (1797 - 1828) |
Drei Klavierstücke D. 946
No. 1 en Mi bemol menor
La sección principal está escrita en tiempo de 2/4 pero abundante en tresillos, por lo que parece escrita en 6/8. A poco andar, alcanza la tonalidad mayor.
No. 2 en Mi bemol mayor (9:44)
Una pieza lírica, más bien extensa, con muchas repeticiones. La sección principal es un allegretto en 6/8.
No. 3 en Do mayor - Allegro (19:58)
El más breve de los tres. Una pieza muy animada, con su sección principal y la coda rebosantes de síncopa.
La versión es del maestro austriaco, en gran medida curiosamente autodidacta, Alfred Brendel.
Como siempre, fantástico.
ResponderEliminarCuriosa, aunque triste, la anécdota de Herr Peeters, que desconocía.
Gracias una vez más.
Hola: Gracias a ti x el comentario. Saludos
Eliminar¡Magníficos comentarios! ¡Son una verdadera delicia!
ResponderEliminarHola, Jaime: Gracias por tan entusiasta comentario. Saludos.
EliminarHe estado enganchadísimo a estas tres piezas durante los últimos 15 días, y mientras yo las ponía una y otra vez (tocadas por Solokov) has publicado esta entrada. Me gustan estas coincidencias, me dan buenos augurios :)
ResponderEliminarYo acabo de descubrir tu blog -sospecho que me haré asiduo- buscando sobre qué puedo escuchar de Mahler, que me impone un poco y al que no consigo cogerle el gusto. Sugerencias son bienvenidas.
¡Gracias y enhorabuena por el blog!
Hola, Yorch: Toda una coincidencia, pues. y yo creo que te harás asiduo. O así espero. Y si de comenzar con Mahler se trata, hay un imperdible: el adagietto de la 5a sinfonía.
Eliminarhttps://www.labellezaescuchar.com/2011/09/mahler-un-adagietto-para-alma.html
SAludos y gracias x el comentario.