A principios de la década de 1830, la danza de origen español llamada "bolero" ya se había convertido en una danza popular en París. Son precisamente los años en que Chopin arriba a la Ciudad Luz para establecer allí su residencia definitiva, en 1831. De modo que no resulta para nada extravagante que el músico polaco haya decidido componer una pieza de remembranzas españolas en 1834, apenas a tres años de haberse afincado allí y sin haber puesto nunca un pie en España, cosa que solo hará en 1838, en compañía de la Sand y su hijos, en el célebre pero ominoso viaje a Mallorca.
De modo que en las veladas en Nohant no faltó la oportunidad para que Frédérick y Pauline, o tocaran a dúo, o Pauline cantara, acompañada de Frédérick. Así también, se cuenta que fue Pauline quien entusiasmó a Chopin con los aires españoles, si bien el bolero ya había sido compuesto.
Pese a lo dicho, los estudiosos señalan que Bolero respira más aires italianos que españoles. Y, por supuesto, es una pieza más de aquellas en las que Chopin no puede desprenderse de sus raíces polacas. Por lo mismo, algunos especialistas la describen también como una polonesa disfrazada, o como un bolero "a la polonaise".
Si español, italiano o polaco, lo cierto es que el compositor polaco muestra en ocho minutos toda la gama expresiva del teclado en color y atmósfera.
El único "bolero" que Chopin escribió está dedicado a una alumna, Mademoiselle la Comtesse Emile de Flahaut, de 14 años.
La versión es del pianista austriaco Ingolf Wunder, ganador del II Premio en el Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin, en Varsovia, el año 2010.
Desconocía esta obra de Chopin. Preciosa, y el sonido del piano, espectacular. Un 10 de calificación.
ResponderEliminarSi. Se conoce muy poco y vale mucho la pena. Saludos y gracias por tu comentario.
Eliminar¡¡qué bonita!!
ResponderEliminarHola, Manolito: Me alegro de que te haya gustado. Saludos.
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