Cuando George Gershwin vio la luz en América, en 1898, el gran país del norte comenzaba a despuntar como potencia poderosa y expansionista. Acababa de arrebatarle a España sus últimas posesiones en El Caribe y las Filipinas, e iba camino de convertirse en la gran potencia imperialista del siglo veinte. El país se afincaba territorialmente y al mismo tiempo, miles de emigrantes se acercaban a América del Norte debido a la onda expansiva de la Revolución Industrial en el continente europeo.
Procedente de San Petersburgo, la familia Gershovitz llegó a la tierra prometida en la segunda mitad del siglo XIX, y al poco tiempo, en un afán comprensible de integración, americanizó su apellido cambiándolo por Gershwin. Sus hijos serán George e Ira, el primero músico y pianista, el segundo, letrista de las canciones de su hermano menor.
![]() |
George Gershwin (1898 - 1937) |
La versión es de Krystian Zimerman. Cada uno de estos tres preludios no dura más de dos minutos. En el video, el resto son aplausos entre preludio y preludio. El segundo preludio, una melodía lenta y melancólica, permite que un blues haga las veces de un adagio en esta pequeña obra maestra de la que, dicho sea de paso, se han hecho transcripciones para orquesta, una de ellas, surgida del magín de Arnold Schönberg.
Amigo
visitante:
Si te gustó el artículo, mucho te agradecemos si lo compartes, con un cómodo clic
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.