domingo, 30 de diciembre de 2012

Mozart: concierto para clarinete (II)


Meryl Streep, en el papel de la escritora danesa Isak Dinesen

En nuestros días, el movimiento más popular del concierto para clarinete de Mozart, es el adagio, su segundo movimiento. Probablemente contribuyó a ello el hecho de que haya sido incluido en la banda sonora del excelente film de Sydney Pollack, de 1985, Out of Africa, que en español se llamó Africa mía, protagonizada por Meryl Streep.
El movimiento lo inicia el solista, atacando el bellísimo primer tema. La versión es de Martin Fröst y la Saarbrücken Radio Orchestra, dirigida por Christoph Poppen.

Mozart. Concierto para clarinete. Segundo movimiento: Adagio


"¡Gran Dios! Ni a mi peor enemigo le desearia aquello por lo que hoy estoy pasando. [...] Y ahora acudo a ti no con agradecimientos sino con nuevas súplicas! En vez de pagarte mis deudas vengo a pedirte más dinero! ...Todo depende de ti, querido amigo, de si me puedes prestar o no otros quinientos gulden."

El autor de esta súplica es Mozart, y el destinatario, su amigo francmasón Michael Puchberg, quien debe haber sido un alma de Dios, pues Mozart recurrió a él durante largos años durante su estancia en Viena, con el mismo  invariable propósito, y el bueno de Michael siempre estuvo ahí, firme como una roca, para apoyar a Wolfgang Amadeus.

Después de un viaje a Leipzig, en 1789, invitado por su amigo el príncipe Karl Lichnowsky, y donde Mozart dio un concierto público que fue un exitazo pero que económicamente no le reportó nada, Wolfgang regresó a Viena, donde encontró a Constanza muy enferma y embarazada de otro hijo. En el intertanto le comisionaron una ópera −Cossi fan tutte. Con esa meta en mente, otra carta fue enviada al devoto Michael, pues Constanza debía viajar a Baden otra vez y había que costear viaje, médicos y curaciones.

En noviembre nació una niña, que solo vivió unas pocas horas. Era el cuarto hijo, uno tras otro, que los Mozart perdían. Pero no había lugar para el desánimo. Mozart debió seguir trabajando en Cossi fan tutte, cuyo estreno, en enero de 1790, fue recibido clamorosamente.
En julio de 1791, mientras trabajaba en el libreto que le sugirió su amigo Schikaneder y que iba a ser su última ópera, La Flauta Mágica, Constanza tuvo otro hijo, un varón. Esta vez, el niño sobrevivió.
Por esos mismos días, el hogar de los Mozart fue visitado por un extraño que entregó una carta donde un desconocido solicitaba la escritura de un Requiem. Wolfgang continuó trabajando en el libreto de Schikaneder, pero con un mal presentimiento originado en esa extraña visita. Sin embargo, La Flauta Mágica obtuvo un éxito enorme en su estreno el 30 de septiembre.

La vida parecía volver a sonreírle. Pensó en viajar a Inglaterra al año siguiente. En octubre tuvo fuerzas para regalar a su amigo clarinetista Anton Stadler el concierto que escuchamos, luego escribió la cantata masónica, y retomó la escritura del Requiem. No alcanzó a terminarlo. Wolfgang Amadeus murió, rodeado de amigos, en la madrugada del 5 de diciembre de 1791. Tenía 35 años.

Mozart. Concierto para clarinete. Tercer movimiento: Rondó



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