domingo, 26 de mayo de 2013

Telemann: Suite Don Quijote



El compositor Georg Philipp Telemann, el representante más significativo de la escuela del norte de Alemania durante la primera mitad del siglo XVIII, era capaz de escribir un motete a cuatro voces con la misma naturalidad con la que una persona común y corriente escribe una carta. Al menos, es lo que alguna vez contó su joven amigo Haendel —cuatro años menor que Telemann— a quien conoció en Leipzig cuando, bajo presión familiar, Telemann inició unos estudios de derecho que poco después abandonaría.

Un músico autodidacta
Nacido en 1681 en Magdeburgo, ciudad situada al oeste de Alemania, a orillas del Elba, Georg Philipp provenía de una familia de sólida tradición protestante, varios de cuyos miembros habían sido pastores. Su primera formación fue humanista y muy amplia: siendo apenas un muchacho, escribía versos en latín, alemán y francés. Su formación musical, en cambio, se asienta desmayadamente en el periodo en que debió asistir a la escuela catedralicia donde atendió a las enseñanzas de un compositor de música eclesiástica y, también, curiosamente, en un curso de teclado que tomó por esas fechas y que duró exactamente catorce días.

Georg P. Telemann (1681 - 1767)
Todo ello no quita que a los diez años Georg Philipp tocara con maestría la flauta, el violín y otros instrumentos. Sobre la base del estudio directo de las partituras de los grandes compositores de la época, el joven Telemann pronto comenzó a componer sus propias piezas.

Un vasto catálogo
A lo largo de su vida, el catálogo de este compositor autodidacta adquirirá dimensiones gigantescas, superando ampliamente, por ejemplo, la obra de Vivaldi. Cultivó toda clase de géneros: óperas, cantatas religiosas y salmos, pasiones, oratorios, cantatas profanas, y un largo etcétera, a lo que se suma un gran número de piezas de música vocal e instrumental.

Una gran naturalidad distingue a la música de Telemann, lo que le permite llegar fácilmente a un público muy amplio. El compositor sostenía que el músico que quisiera llegar a un auditorio numeroso debía escribir mejor que aquel que se dirige a una minoría selecta. Un buen ejemplo de esta máxima está representado por la suite inspirada en El Quijote.

Suite Burlesque de Quixotte
Durante sus últimos años, Telemann se sintió fuertemente atraído por el espíritu de la obra de Cervantes, al punto que le sirvió de inspiración para una ópera y, a partir de ella, una Suite para orquesta de cuerdas y bajo continuo, conocida como Burlesque de Quixotte.
La suite, de carácter liviano, casi humorístico, contempla ocho movimientos o secciones:

00:00  Ouverture
03:55  Le reveille de Quixotte (El despertar de don Quijote)
06:58  Son attaque des moulens a vent (El ataque a los molinos de viento)
08:44  Les soupirs amoureux apres la Princesse Dulcinèe (Suspiros de amor por Dulcinea)
12:38  Sanche Panche berné (Sancho Panza decepcionado)
14:22  Le galop de Rosinante alternat, avec sequent (El galope de Rocinante)
16:59  La couché de Quixotte (El sueño de don Quijote)

La versión, con instrumentos de la época, es de la agrupación de cámara New York Baroque Incorporated.


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2 comentarios :

  1. Gracias por vuestra estupenda contribución a la buena música.

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    1. Hola, Miguel. Gracias x tus palabras... y por inaugurar los comentarios en esta entrada. Saludos.

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