La primera obra compuesta por Frédérik Chopin fue una polonesa. Tenía siete años. Luego vendrán seis más "de juventud", hasta 1829, poco antes de abandonar Varsovia. Por esa época, la ciudad estaba ocupada por los rusos pero no sufría todavía la dura represión de 1830-31, resultado del frustrado levantamiento polaco de noviembre de 1830. Con todo, en estas primeras obras el músico polaco no otorga ningún valor patriótico a sus polonesas pues las compone siguiendo una tradición: Chopin escribe polonesas simplemente porque la danza está de moda.
Chopin (1810 - 1849) |
Desde luego, la danza se originó en Polonia, pero para la época de Chopin hacía dos centurias que se había convertido en una danza convencional conocida por toda Europa.
Ya en el barroco temprano numerosos compositores habían escrito "danzas polacas" o, como a los franceses gustaba llamarlas, "polonaises", y para el siglo XIX había perdido su carácter de danza bailable para devenir en una pieza instrumental que presentaba características propias: métrica ternaria, ni muy lenta ni muy rápida, y con un patrón rítmico único que Chopin supo modelar según convenía a la atmósfera.
Chopin exiliado
Chopin era un exiliado, un exiliado polaco, y revestido de ese carácter desarrolló su existencia en París. Sus compatriotas también exiliados, nobles en su mayoría, celebrarán la majestuosidad de sus polonesas de madurez viendo en ellas un símbolo del nacionalismo polaco. Algunas suscitan tambores, fanfarria y desfile de tropas, es el caso de la polonesa llamada "Militar", pero Chopin, a fin de cuentas, solo pretendía ser músico. Su dolor ante la patria invadida está permeado de añoranza de la tierra, por ello es que solicitará que su corazón sea llevado de regreso a Varsovia, para el día de su muerte.
Polonesa Militar Opus 40 N° 1
Dedicada a su amigo y compatriota Julian Fontana, la pieza fue terminada en 1838, poco antes de que Chopin inicie una relación de nueve años con la escritora George Sand. Junto a la polonesa en Do menor, de la misma época, ambas fueron publicadas como el Opus 40 en 1840.
En el conjunto de las polonesas de madurez, es una de las más "tradicionales", en el sentido de que Chopin preservó en ella intactos los aspectos melódicos y rítmicos de la antigua danza, aunque optó por un final abrupto y sorpresivo, en el que toda espectacularidad está ausente.
La versión es del pianista israelí Tzvi Erez.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola! Es muy interesante la información que tienes de la polonesa Militar. Me preguntaba de que fuente de información la has sacado, o si te puedo referenciar en un trabajo mio. Muchas Gracias!
ResponderEliminarHola, Alba: La verdad es que no me acuerdo. Pero es probable que los detalles sobre el desarrollo del género provengan de una biografía reciente escrita por un francés cuyo nombre también olvido. El libro se llama simplemente Chopin. Googléalo. Y por supuesto, me puedes referenciar. Muchas gracias por el interés y el comentario. Saludos.
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