Ágata
Cuando contaba 25 años (hacía dos que había muerto Schumann y Clara estaba sola y había que apoyarla) se sintió atraído por la hermosa voz de una cantante, Ágata von Siebold. Escribió para ella algunas canciones, comenzaron a verse con frecuencia y los amigos de ambos pronosticaban ya un pronto noviazgo cuando la relación desembocó en un imprevisto enfriamiento.
Julie
Treinta años después, su asidua presencia en casa de Clara Schumann lo llevó de manera natural a fijar sus ojos en una hija de ésta, Julie, lo que molestó a Clara. Pero Julie casó con otro y Brahms no halló nada mejor que escribirle una canción de bodas, lo que volvió a molestar a Clara.
Elisabeth
Algo más maduro, en 1863, el compositor de cuarenta años conoció en Viena a una chica que deseaba tomar clases con él. Elisabeth Stockhausen se llamaba y era tal su perturbadora belleza que Brahms no podía enhebrar una sencilla frase en su presencia. Menos podía hacerle clases. De modo que la derivó a un colega, Julius Epstein, quien según se cuenta sufrió los mismos inconvenientes.
Diez años más tarde Elisabeth había casado, precisamente con un compositor, se llamaba ahora Elisabeth von Herzogenberg, y estaba convertida en una notable pianista y compositora.
Johannes Brahms, en 1879 |
A ella enviará Brahms un par de breves obras para piano compuestas durante una estadía en Pörtschach, en el verano de 1879. No bien las terminó, envió el manuscrito a Elisabeth, quien en animosa carta a vuelta de correo recomendaba un nuevo y más justo título para ellas: Rapsodias debían llamarse y no simplemente Klavierstücke (piezas para piano) como las había titulado Brahms.
Si difícil era hablar con Elisabeth, más lo era contradecirla, de modo que pese a no estar plenamente convencido del cambio el autor no desoyó su consejo, y así fueron publicadas al año siguiente: Dos Rapsodias para piano, opus 79, dedicadas, como podía preverse, a Elisabeth von Herzogenberg.
Rapsodia No 2
Ambas piezas, de un solo movimiento, están estructuradas a modo de mini-sonata. Se presenta aquí la Rapsodia No 2, en sol menor, marcada Molto passionato, ma non troppo allegro, la preferida de Elisabeth, según ella misma le contó a Brahms.
La versión es de la pianista alemana Ragna Schirmer.
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