Entre 1769 y 1773, Mozart visitó Italia en tres oportunidades, acompañado de su padre Leopold las tres ocasiones. El primer viaje fue el más extenso, y también el más provechoso si solo consideramos la cantidad de encargos recibidos por el joven compositor de catorce años en las muchas ciudades que visitaron. Habían partido de Salzburgo el 13 de diciembre de 1769. Luego de 15 meses compartiendo con la nobleza italiana y los más altos dignatarios eclesiásticos, para quienes Wolfgang tocó el clave y dirigió orquestas, padre e hijo regresaron a Salzburgo en marzo de 1771, embriagados de música y arte italianos.
Regreso a Milán
La exitosa gira pronto llegó a oídos del Palacio Imperial de Viena. Y se decidió invitar a Wolfgang a escribir una ópera que debía representarse en Milán en octubre de 1771 para celebrar los esponsales del archiduque Fernando (hijo de Maria Teresa de Austria y hermano de Maria Antonieta, quien más tarde conocerá la guillotina) y la princesa Beatriz de Módena. Así que a los pocos meses de volver a casa, los Mozart debieron partir otra vez, ahora a Milán, donde permanecieron tres meses. La ópera (Ascanio in Alba) obtuvo un éxito apabullante, pues, gozosos de participar en una obra del joven genio austriaco, Wolfgang pudo contar con los mejores cantantes y los más destacados instrumentistas.
El clarinete
En contacto con estos últimos, Mozart cayó en cuenta de la preponderancia que ocupaba en las orquestas italianas un instrumento que, por lo visto, los músicos austriacos no acababan de reconocer como era debido: el clarinete. Y puso manos a la obra, para enmendar la omisión.
Durante su breve estadía en Milán, Mozart compuso dos divertimenti al estilo del popular divertimento italiano. En ambos (en mi bemol y si bemol), un par de clarinetes tienen participación destacada, dialogando, casi cómicamente, con los cornos ingleses, las trompas o el fagot.
Divertimento en mi bemol mayor, K. 113
Dos versiones existen de la obra. Una, fechada en Milán, noviembre de 1771, para dos clarinetes, dos cornos y cuerdas. La otra, para solo conjunto de vientos, excluido el clarinete, que no lleva fecha ni lugar de composición. Se presume que la primera obedece al gusto italiano, escrita para los milaneses. La segunda, para sus coterráneos, pues Mozart no habría tenido clarinetes a su disposición en Salzburgo. La discusión continúa.
Se presenta aquí la primera versión, a cargo de la agrupación alemana C.P.E. Bach Orchestra, dirigida por Hartmut Haenchen.
Movimientos:
0:00 Allegro
3:17 Andante
6:20 Menuetto
7:51 Trio - Allegro
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Estas obras son interesantes por lo que tienen de "aprendizaje" o sea en esta obra vamos notando como el talento de Mozart crece y se complejiza a cada momento. Entre los divertimentos tempranos son deliciosos los kv 136, 137 y 138 conocidos como "Sinfonías Salzburg" que deben ser más o menos contemporáneos de este divertimento que presentaste aquí.
ResponderEliminarExcelente aporte esté clásico, es música que no puedes conseguir fácilmente con aplicaciones como spotify o invenio carmen Se te agradece!
ResponderEliminarHola, Anónimo: Así es. Y en Yt hay que bucear bastante para encontrar una buena versión. Gracias por tu comentario. Saludos.
ResponderEliminarHola, Daniel. Así es. Creo que son del año siguiente, antes del último viaje, me parece. Y es muy interesante tener en cuenta que fueron compuestas a los 17 años, más o menos, y ya se avizora al maestro.
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