En un arranque de compostura y equilibrio, a principios de 1784 Wolfgang Amadeus Mozart inició un minucioso registro de sus obras. Gracias a ello, sabemos hoy que la Sonata No 14 en Do menor fue terminada el 14 de octubre de ese año. Al menos, con esa fecha ingresó a su catálogo privado. Seis meses después, Mozart incorporó a este registro una nueva obra para piano, la Fantasia en Do menor. Ambas piezas fueron entregadas en 1785 a su editor en Viena, la casa editora Artaria, para ser publicadas en conjunto como Opus 11, con el título "Fantasie et Sonate pour le Forte-Piano", y dedicado el opus a Therese von Trattner.
Las mudanzas de la familia Mozart
Por razones que nunca se han dilucidado del todo, mientras los Mozart vivieron en Viena se mudaron en numerosas oportunidades. Los años 1784-85 los encontramos alquilando una casa propiedad de Johann von Trattner, librero y editor vienés que había construido un pequeño imperio al interior del otro imperio gracias a un privilegio otorgado por Maria Teresa que le confería la exclusividad para imprimir todos los libros de texto que las escuelas de Austria y sus alrededores requerían.
Therese von Trattner, dedicatée
El mismísino Ludwig von Köchel, compilador de la obra de Mozart de mediados del siglo XIX, catalogó la obra como la sonata para piano más importante de las veintidós compuestas por el genio de Salzburgo para piano solo. Con alrededor de quince minutos de extensión, exhibe una pasión e intensidad poco habituales en Mozart (hablamos de sus sonatas), prefigurando lo que el género llegará a ser más tarde en las manos del genio subsiguiente, Beethoven. Es más, en el noble y sufriente adagio cantabile no resulta difícil oír "anticipos" del adagio de la Sonata Patética, que verá la luz quince años más tarde.
Movimientos
Como todos los conciertos para piano de Mozart, está estructurada en tres movimientos siguiendo el esquema clásico: rápido-lento-rápido.
00:00 Allegro
08:26 Adagio cantabile
17:35 Allegro assai
La versión es del notable pianista austriaco y poeta Alfred Brendel.
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Es como tú dices Dago. Esta sonata es una anticipación de la "Patética" por su carácter sombrío y apasionado, inusualmente sombrío para ser de Mozart. En donde se acerca más es en el segundo movimiento, la melodía podría haber salido sin problemas de la cabeza del Gran Sordo, además la tonalidad de esta sonata fue, años después emblemática para Beethoven.
ResponderEliminarHola, Daniel: Así es nomás. Además, ambas están escritas en do menor, tonalidad que como bien dices, será emblemática (la 5a Sinfonía, por decir algo). Saludos y gracias por el comentario.
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