viernes, 25 de septiembre de 2020

Sergei Prokofiev: Toccata para piano Op 11

 
"Un compositor clásico es un loco que escribe música incomprensible para los de su propia generación. Ha tenido éxito en descubrir una cierta lógica que es todavía desconocida para los demás... Solo después de algún tiempo, los caminos por él mostrado se volverán evidentes para todos..."

Así, sencillamente, Sergei Prokofiev describió su quehacer, en su autobiografía. No le faltaba razón. Para el estreno de su Concierto para piano No 2, el público abandonó la sala indignado: ¡Los gatos en el tejado hacen mejor música! exclamaron. Pero al mismo tiempo, sus colegas, modernos, no cabían en sí de gozo, un regocijo futurista los animaba.


La experimentación
Son los años tempranos de la década de 1910. Prokofiev ha abandonado el Conservatorio tras graduarse en composición, en 1909. Considerado un chico rebelde, algo arrogante y un poco excéntrico, logró hacerse una reputación en los círculos musicales de San Petersburgo interpretando al piano sus propias composiciones, abundantes en experimentación armónica, melódica y rítmica, llevando al extremo las disonancias, conjugado todo ello con un virtuosismo feroz.

Toccata opus 11, para piano
Compuesta en 1912, fue publicada al año siguiente pero su primera interpretación en público debió esperar hasta 1916, cuando el propio Prokofiev la estrenó en San Petersburgo el 10 de diciembre de ese año.

La pieza se ha ganado una muy merecida reputación como obra de formidable dificultad. Sin embargo, o quizá por eso mismo, muchos virtuosos la han escogido como la pieza ideal para culminar un recital: un encore alocado de poco más de cuatro minutos.

Construida sobre el armazón rítmico de un perpetuum mobile que solo se abandona, y ligeramente, en la sección media, la pieza contiene dos temas principales. Ambos mantienen la misma energía y ansiedad; ambos augurando una próxima detonación o estrépito en la narración musical. Los temas se desarrollan, y luego se retoman. La coda que sigue contiene la temida explosión: el tema principal es martillado frenéticamente en el registro alto mientras enérgicas notas en el bajo hacen lo suyo. Un glissando acaba con todo.

La versión es de la pianista surcoreana Yeol Eum Son.

2 comentarios :

  1. Gracias Dago. Muy interesante y ameno tu blog. Encuentro que es muy generoso por tu parte elaborarlo y compartirlo con todos. Te felicito!!!!
    En cuanto a esta pieza , es increíble lo moderna que suena , a pesar de haber sido compuesta hace mas de un siglo.

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    Respuestas
    1. Hola: Muchas gracias por tus palabras. Y sí, suena moderna... con más de cien años de historia. Saludos y gracias por el comentario.

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