miércoles, 6 de octubre de 2021

Giordano: "Andrea Chenier" - aria acto I


El verdadero Andrea Chenier se llamaba André... André-Marie Chenier. Fue un poeta francés, guillotinado el 25 de julio de 1794, tres dias antes de que Robespierre corriera la misma suerte. Desde su postura de intelectual reformista, había saludado con entusiasmo los ideales de la Revolución Francesa en sus inicios. Posteriormente, en el periódico de cuatro páginas Le Journal de Paris, acusará a los jacobinos por los excesos del Terror. Será detenido y encarcelado en la prisión de Saint Lazare, donde conocerá a una hermosa dama aristócrata y compañera de infortunio, Aimée de Coigny. A ella dedicará Chenier su último poema, escrito la vispera de su muerte. 


Sobre un libreto basado libremente en esta historia real, el compositor italiano Umberto Giordano escribirá en 1894 su obra más importante, la ópera verista en cuatro actos, Andrea Chenier
Nacido en Foggia, Italia, en 1867, a los quince años ingresó al Conservatorio de Nápoles. pese a la oposición de su padre. Egresado en la década de 1870, Giordano privilegiará en el futuro la composición de óperas, cosechando éxitos y fracasos, más de lo segundo que de lo primero, lamentablemente. 

Umberto Giordano (1857 - 1948)
En busca de música para un libreto
A comienzos de 1890, el famoso libretista Luigi Illica (colaborador de Puccini) andaba en busca de un compositor que musicalizara un libreto sobre la vida del poeta francés llevado al cadalso hacía casi cien años. Había sido escrito especialmente para el compositor Alberto Franchetti, pero éste lo desechó porque en su opinión el texto era muy complicado. Otros arguyeron que la historia era "irrepresentable".
Como última oportunidad, el célebre libretista se lo ofreció a Giordano, a comienzos de 1894. En el verano de ese año, Giordano comenzó a trabajar en la partitura. Dos años después, la ópera se estrenaba con gran éxito en el Teatro Alla Scala de Milán, el 28 de marzo de 1896.

André Chenier (1762 - 1794)
Un di all'azzurro spazio - aria del Acto I
En los albores de la toma de La Bastilla, la condesa de Coigny ofrece una velada en sus salones. Se encuentran allí representadas todas las esferas del poder y del mundo del arte. Andrea Chenier es uno de los artistas invitados. Maddalena, hija de la condesa, le pide que improvise poemas de amor, lo que, vistas las circunstancias, enfurece al poeta, que responderá improvisando un poema que hoy llamaríamos contestatario. Haciendo un contraste entre la belleza del mundo y la mezquindad de las almas que lo habitan, insensibles ante las injusticias, Chenier provoca el rechazo de los asistentes, con excepción de Maddalena, que queda fascinada con las palabras del poeta. 

El tenor alemán Jonas Kaufmannel canta el aria Un di all'azzurro spazio -  "Un día (miré) al espacio azul", en una producción espectacular de la Royal Opera House del año 2015.

4 comentarios :

  1. Curiosamente, Aimée salvó con vida gracias a un conde prisionero que pagó por ella y por él, la cantidad de 100 luises de oro.

    ResponderEliminar
  2. Entre los personajes que también aparecen en el cuadro y que fueron guillotinados el mismo día que Chenier, se encuentran J.A. Roucher, el marqués de Roquelaure, la princesa de Mónaco, el Abate de Saint Simón, la Condesa de Coigny, la familia de Puy de Verinne, Rougeot de Monterif, la princesa Chimay, la Señora de A. Leroy, la Marquesa de Colbert de Maulviers, el Señor Ananne junto a su esposa e hija, la Condesa de Narbonne y el Marqués de Montalembert.

    ResponderEliminar
  3. lo que dice Dago no deja de poner en negro sobre blanco la CHAPUZA que fue la revolucion francesa de cuyos buenos resultados no hay mucha evidencia.
    LO que si hace ver es el cómo saldrán las naciones de sus encrucijadas.

    ResponderEliminar
  4. Dago me has dejado pensativo. Si estoy aquí es porque me apasiona la música clásica y la biografía de las piezas pero en esta ocasión me gustaría que alguien comentara cuál era la posición de Andre Chenier frente al Hebertismo. Gracias

    ResponderEliminar

Deja aquí tus impresiones, por sencillas que sean. Tu opinión siempre será bienvenida.