martes, 10 de septiembre de 2013

Carl Orff: Carmina Burana - O Fortuna


Página original del Códice Burana, con la imagen de la Rueda de la Fortuna
(reino - reinaré - reinaba - ya no tengo reino)

En 1934, un comerciante en libros de segunda mano le presentó al compositor alemán Carl Orff un volumen de poemas medievales que provenían de un manuscrito –hoy conocido como el códice Burana– descubierto en el monasterio benedictino de Beurn en 1803 pero cuya data era muy anterior. La colección contenía más de doscientos poemas de los siglos XII y XIII en latín medieval, y otros cincuenta en alemán con mezcla de alocuciones latinas o francesas.

El compositor quedó profundamente impactado con la vitalidad de los poemas, y seleccionó 25 de ellos para construir una música distinta, rítmicamente potente al punto de parecer casi primitiva, que estrenó el 8 de junio de 1937 con el extenso nombre de "Carmina Burana: Canciones profanas para solistas y coros con acompañamiento de instrumentos e imágenes mágicas".

Carl Orff (1895 - 1982)
Carl Orff, el viraje
No era la primera obra que componía Orff, desde luego, pero a raíz del éxito y reconocimiento internacional conseguido con Carmina, el compositor mandó retirar cuanto había compuesto antes de 1934, pues entendió que de ahí en adelante su prestigio debía cimentarse en la autoría de dramas escénicos, de lo que dará acabada muestra una fértil producción que finalizará en 1971 con su drama La comedia del fin de los tiempos, y en la que destacan sus tres obras más populares: la mentada Carmina Burana, La Chica Lista, y Catulli Carmina (poemas de Catulo).

Textos "goliardos"
En su gran mayoría anónimos, los poemas que forman la colección original de las "canciones de Beurn" (Carmina Burana - pronúnciese Cármina), cantan indistintamente al amor, el vino o la naturaleza; también los hay satíricos y "didácticos".
Son llamados genéricamente textos "goliardos", palabra utilizada en la Edad Media para referirse a clérigos vagabundos, monjes de vida disipada y estudiantes pobres que proliferaron en Europa con el auge de la vida urbana y el surgimiento de las universidades en el siglo XIII. El resultado es, efectivamente, una obra poética desenfadada, hasta grosera, que se cantaba en las calles, tabernas, o en comparsas universitarias. Jamás, desde luego, en la iglesia.

Fragmento O Fortuna
Las melodías, en la obra de Orff, se repiten en cada estrofa casi sin variantes, llevando a que su riqueza rítmica, tal vez, se constituya en su característica más importante. Su sección más conocida es el fragmento O Fortuna, que se canta al inicio y final de la obra.

La versión es de la Johann Strauss Orchestra, dirigida por André Rieu, en Maastricht, el año 2012, con ocasión de cumplirse 25 años desde la fundación de la orquesta, en 1987, por el mismo Rieu.


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11 comentarios :

  1. Notable......
    A pesar de André Rieu y la parafernalia de luces, humos y artificios que interfieren con lo único importante: la música.

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    1. Es verdad. Pero pese a la parafernalia organizada -supongo- por el mismo Rieu, es el video de mejor factura y audio de los disponibles. Gracias, Raúl, por dejar tu comentario aquí.

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  2. Genial, Carmina Burana es un canto de calle, me gusta con parafernalia y humo......como seria con toda la gente cantando....digo...es mi punto de vista.

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    1. También es cierto. Son cantos populares. Gracias por tu comentario.

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  3. Es de una grandeza que mueve fibras muy profundas.
    “Oh Fortuna,
    como la luna
    variable de estado,
    siempre creces
    o decreces;
    ¡Que vida tan detestable!
    ahora oprime
    después alivia
    como un juego,
    a la pobreza
    y al poder
    lo derritió como al hielo.

    Suerte monstruosa
    y vacía,
    tu rueda gira,
    perverso,
    la salud es vana
    siempre se difumina,
    sombrío
    y velado
    también a mí me mortificas;
    ahora en el juego
    llevo mi espalda desnuda
    por tu villanía.

    La Suerte en la salud
    y en la virtud
    está contra mí,
    me empuja
    y me lastra,
    siempre esclavizado.
    En esta hora,
    sin tardanza,
    toca las cuerdas vibrantes,
    porque la Suerte
    derriba al fuerte,
    llorad todos conmigo.
    Antes de Cristo”

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  4. Hola, María Sonia. Muchas gracias por tu aporte. Saludos.

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  5. Me gustó mucho... lo compartiré muy gustosa. Abrazos.

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  6. Hola, Ludvila: Pues muchas gracias. Saludos.

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  7. Impresionante y magnífica la música, pero el ritmo está más rápido que lo que siempre oí, lo que en algo lo desmerece.

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    1. Hola. Sí. Así sucede a veces. Para bien, o para mal. Hace poco comenté una versión de una pianista para una sonata de Beethoven. Cometí la imprudencia de decir que era muy rápido pa mi gusto. Me respondió indignada... Qué le vamos a hacer. Saludos y gracias por tu comentario.

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