miércoles, 16 de julio de 2014

Bach: Fuga, de la Sonata II



Cuando en 1802 se publicó en Bonn el conjunto de seis sonatas y partitas para violín solo de J.S. Bach, su autor llevaba muerto 52 años. Incluso después de su publicación, la obra fue largamente ignorada hasta mediados del s. XIX cuando el célebre violinista Joseph Joachim las dio a conocer, uniendo su nombre al de Félix Mendelssohn como juicioso re-descubridor del maestro barroco y su obra.

Sonatas para violín solo
Iniciada su composición alrededor de 1703 mientras Bach se encontraba en Weimar, las Sei solo-a-violino senza basso acompagnato como las tituló Bach fueron terminadas en 1720 cuando el maestro se desempeñaba como Kapellmeister en la corte de Köthen. Se desconoce si fueron interpretadas en vida del maestro, pero es probable que las haya dado a conocer el mismo Bach, pues según nos cuenta su hijo Carl Philipp Emanuel "desde su juventud hasta bien entrado en años, él tocaba el violín limpia y apasionadamente".

Sonata N° 2  BWV 1003
A partir de su rescate por parte del violinista Joachim, la obra ha sido ampliamente divulgada, siendo objeto de arreglos para los más diversos instrumentos, entre ellos, para cello solo, para arpa, órgano, piano, trombón, trompeta, viola, trío de cuerdas, y guitarra.
Asimismo, del grupo de seis sonatas y partitas, la que ha recibido el mayor favor de público e intérpretes es la sonata N°2. Sus movimientos son los cuatro típicos de la sonata da chiesa: lento-rápido-lento-rápido. En este caso: Grave - Fuga - Andante - Allegro.

La encantadora artista Tatyana Ryzhkova, nacida en Minsk, capital de Bielorrusia, en 1986, nos ofrece aquí su no menos encantadora versión del segundo movimiento, Fuga, en arreglo para guitarra sola.



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