El singular autor de óperas Gioacchino Rossini vivió 76 años. Diecinueve de ellos los pasó componiendo óperas. En ese breve lapso escribió un total de 39, lo que da un promedio de algo más de dos óperas por año, entre bufas, serias y semiserias. Incluso hubo temporadas en que llegó a componer cuatro óperas al año. No existe otro autor de óperas igual de exuberante. Tampoco existe otro compositor que a los 37 años haya decidido abandonar los escenarios y retirarse a Passy, en los alrededores de París, para cultivar la tierra y dedicarse por entero a su segunda pasión: la gastronomía. Aparte del solemne Stabat Mater, de 1842, el maestro, en su finca, solo compuso "obritas" para sus amigos. Según comentó en 1860, "tenía algo mejor que hacer: permanecer callado".
Desde luego que el maestro italiano escribía a una velocidad pasmosa. Al menos así lo hizo mientras anduvo por sus veintitantos. El Barbero de Sevilla, su mayor éxito hasta hoy (aunque su estreno en 1816 fue un fracaso), fue compuesta en tres semanas, a los 23 años. Al año siguiente –el maestro de 24–, en menos de tres semanas tenía escrito el celebrado drama jocoso en dos actos, La Cenerentola, ossia la bonta in triunfo ("La Cenicienta, o la bondad triunfante"), basada en el cuento de Perrault pero algo transformado, en versión para adultos y con un príncipe de carne y hueso en vez del hada, y con una Cenicienta algo empalagosa por su virtud sin límites. Su estreno tuvo lugar en Roma el 25 de enero de 1817.
G. Rossini (1792 - 1868) |
Sin embargo, es preciso señalar que la celeridad del maestro para componer no alcanzaba a todas las oberturas, porque algunas de ellas fueron tomadas de óperas anteriores. En el caso de El Barbero, la obertura se extravió y hubo que reemplazarla poco antes del estreno. Para la Cenerentola, el maestro tomó una sabia decisión. El año anterior había estrenado en Nápoles una ópera bufa, La Gazetta, que supuso no se presentaría en Roma. Así que se prestó a sí mismo la obertura incorporándola a La Cenerentola.
Rossini, "il signor crescendo"
La pieza, como muchas de las oberturas del maestro, ha tomado vida por sí sola, presentándose como pieza sinfónica independiente en los escenarios del mundo, deslumbrando al público con la marca de fábrica del maestro, su vigoroso e inmortal "crescendo", que en la versión que aquí se presenta, hace su primera aparición en el minuto 4:02.
La versión es de la Orquesta del Teatro La Fenice, dirigida por el maestro japonés Kasuchi Ono.
Una Pieza muy bonita Dago. Me sorprende siempre como la música captura el oído. Incluso cuando voy a algún concierto, en ocasiones, me sorprende el que parece que los músicos se mueven sin tener relación con la música que se escucha. El que una Orquesta pueda orquestar un sonido tan bonito es algo que impresiona. Esta pieza parece que incluso te toca la piel. Muchas gracias Dago
ResponderEliminarHola, Jorge: Así es, pues. Es el maestro Rossini, de quien Beethoven dijo que su música nunca iba a morir. Saludos y gracias por el comentario.
EliminarMe gustó esta página porque expone sobre muchas obras musicales, pero podemos escuchar algunas. He estado en otras, que hablan mucho del tema musical, pero cero para oír. Gracias por eso.
ResponderEliminarHola, Carmen: De eso se trata. Muchas gracias por tu comentario. Saludos.
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