miércoles, 29 de agosto de 2018

Carl Reinecke: Concierto para flauta


Evaluando su propia significación como compositor, el autor alemán Carl Heinrich Reinecke, con un candor inusual para un artista romántico (aún del romanticismo tardío), confesó alguna vez: "no puedo sino coincidir con quienes me califican de epígono" (es decir, continuador, un seguidor de menor valía de quien se sigue). La posteridad le ha dado la razón, lamentablemente. De su enorme catálogo, que alcanza 288 números de opus, son escasas las obras que integran hoy con propiedad el repertorio estándar. Su Concierto para flauta y orquesta es una de aquellas valiosas excepciones.

Carl Heinrich Reinecke (1824 - 1910)
Nacido en Altonia, Alemania, en 1824, el compositor mostró talento a temprana edad. De adolescente, fue un competente violinista de orquesta, y antes de los veinte años ya realizaba giras por el norte de Alemania como diestro pianista. No alcanzó a ser reputado como gran virtuoso pero Franz Liszt lo tuvo en alta estima al punto de hacerlo maestro de su hija Cósima (futura mujer de Richard Wagner).
En 1860 fue designado director de la célebre orquesta Gewandhaus de Leipzig y poco después daba clases de composición en el Conservatorio, donde permaneció hasta 1902. En sus últimos años abandonó las presentaciones en público pero siguió componiendo hasta el fin de sus días.

Su vasto catálogo incluye seis óperas y operetas, tres sinfonías, numerosas oberturas y abundante música de cámara. También escribió cuatro conciertos para piano (uno menos que Beethoven), así como conciertos para violín, cello, arpa y flauta. De estos últimos, los conciertos para flauta y arpa, se ha dicho que se ubican entre lo mejor que compuso. Y del Concierto para flauta en Re mayor, un estudioso ha señalado que constituye "una importante contribución al género".

Concierto para flauta y orquesta, en Re menor, opus 283
Escrito en 1908, apenas dos años antes de su muerte, es el último de sus trabajos en el género concierto para solista y orquesta. Dispuesto en los habituales tres movimientos, sus poco más de 20 minutos apelan a una orquesta antes "clásica" que "romántica", en el sentido de que, en ausencia de momentos de gran exaltación, se puede prescindir, por ejemplo, de los trombones, o de la tuba.
Como remarcan los estudiosos, en línea con su apasionada reverencia por los clásicos, Carl Reinecke construyó una música fluida, decorosa, elegante, y escrupulosamente elaborada.

Movimientos
00:00  Allegro molto moderato
09:30  Lento e mesto
16:00  Moderato

La versión es del joven artista nacido en Génova, Sébastian Jacot.



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